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El Parlamento armenio reclama Nagorno-Karabaj

Todos los diputados del Soviet Supremo de Armenia, incluidos los parlamentarios de origen azerbaiyano, votaron ayer unánimemente a favor de la reincorporación a esa república de la región de Nagorno-Karabaj, adjudicada a Azerbaiyán tras la revolución bolchevique. Sin embargo, esa medida sin precedentes en la URSS, que desafía las decisiones del Presidium en Moscú y la postura oficial de las autoridades comunistas de Azerbaiyán, no convenció a los casi 50.000 manifestantes congregados frente a la sede del Parlamento armenio. Los nacionalistas interrumpieron una y otra vez a sus líderes moderados con gritos de "huelga, huelga, huelga".

Uno de los estudiantes armenios que participqn en la sentada de la plaza de la Opera de Eriván admitió ayer, en conversación telefónica con este diario: "Hasta ahora teníamos detrás a una multitud organizada y disciplinada, pero las masas ya están cansadas de esperar y se han vuelto agresivas ... No hay quien las controle, y no paran de reclamar que se tomen medidas drásticas ante la ineficacia de las instituciones".A la sentada estudiantil se han sumado destacadas personalidades del mundo intelectual y artístico de Armenia, convirtiendo la plaza de la Ópera en el animado escenario de una protesta a la americana. Jóvenes músicos cantan canciones sobre el genocidio armenlo de 1915, entre tiendas de campaña, flores y banderas, mientras prosigue la huelga de hambre de unos cuantos nacionalistas. Pero el ambiente no es alegre porque todos saben que la resolución parlamentaria es papel mojado si Moscú y Bakú la rechazan, cosa que ambos poderes ya han hecho por adelantado.

Debate televisado

La población siguió en directo por televisión el debate del Soviet Supremo -algo también inusitado- hasta que la emisión fue interrumpida minutos antes de la votación, en la que los 340 diputados (el 90% de ellos, armemos) apoyaron la demanda de que Arziaj -el nombre ancestral de la región hoy llamada Nagorno (montañas, en ruso)-Karabaj (negras, en azarí)- volviese a ser de Armenia. Después, el debate continuó a puerta cerrada, sin que los parlamentarios supieran en qué artículo de la Constitución apoyarse para su petición.

El nuevo líder del partido comunista en Armenia, Suren Arutiunian, quien solicitó el voto unánime a favor de la petición, había adelantado que el Soviet Supremo se acogería al artículo 70, que reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos de la URSS. Sin embargo, ese artículo sólo podría justificar una reclamación de independencia por parte del Soviet Supremo de Nagorno-Karabaj. Éste solicitó su reintegración a Armenia el pasado 20 de febrero, pero no el traspaso de esa región de una a otra república. Finalmente, el Parlamento armenio optó por el artículo 78 de la Constitución y pidió al Soviet Supremo de la URSS que aceptase un cambio de fronteras.

Voto de calidad

Ese artículo 78 dispone que los límites territoriales no pueden ser modificados sin la aquiescencia de las repúblicas implicadas. Por tanto, y puesto que el Soviet Supremo de Azerbaiyán se manifestara el viernes pasado en contra de ceder Nagorno-Karabaj (las tres cuartas partes de cuyos habitantes son armenios), Moscú tendrá el voto de calidad para decidir sobre el conflicto. Como el Presidium ya rechazó de plano las peticiones armenias el 23 de marzo -dos días después de la matanza de armenios en Sumgait, junto a Bakú-, los nacionalistas han perdido la batalla legal de antemano.

Durante el debate previo en el Parlamento armenio se propuso que no se formulase ninguna solicitud al Soviet Supremo azarí, ya que las autoridades de Bakú habían anunciado de antemano que sería rechazada.

El diputado Aleksandr Kirakossian reflejó el sentimiento de los manifestantes en el exterior al pedir una revisión del proceso de Sumgait, en el que se juzga a los cabecillas del pogromo que causó 32 muertos -26 de ellos, armenios-, y reclamar que la acusación contra los inculpados fuera de "genocidio" y no de "bandidismo". También demandó que se reconociera oficialmente el genocidio de 1915 que sufrió el pueblo armenio a manos de los turcos, hecho que no menciona la historia oficial soviética.

Indignación por una condena

En la calle, la reciente condena a 15 años de prisión de uno de los responsables de matar a mujeres, niños y ancianos armenios en Sumgait exalta a la multitud, que no se explica cómo se puede aplicar la pena de muerte para penar delitos económicos y no para castigar horrendos asesinatos.Otro motivo que avivaba ayer la indignación de los armenios era un artículo del Komsomolskaia Pravda que condena a los nacionalistas, con argumentos de la perestroika. Ese artículo denuncia duramente al anterior primer secretario de Nagorno-Karabaj (Boris Kevorkov, recién expulsado del PCUS, al que el órgano de las juventudes comunistas califica de "arbitrario, corrompido, indiferente, pequeño-burgués, arrogante y sin principios").

El periodista afirma en su artículo Bajo un techo común que los nacionalistas armenios están animados por "el odio y el rencor, impregnado por el nacionalismo más exacerbado ( ... ) Los disturbios repercuten en toda la URSS (...) Son un reto a los ideales que nacieron del glasnost ( ... ).

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