"Que Dios me perdone"
Se habla de que en Hungría se va hacia la creación de una bolsa, de un mercado de valores. El alcalde de Budapest, sin embargo, no va tan lejos. Pero habla ya de mercado de capital y, Dios se lo perdone, de mano de obra."Desde hace 20 años, en 1968, cuando introdujimos reformas en la economía, venimos diciendo que necesitamos una política de mercado, y más o menos hablábamos del mercado de productos", asegura Pal Ivanyi. "A este respecto", añde, "también teníamos restricciones ideológicas y no podíamos salir de las mismas. Pero el hecho es que el mercado significa también un mercado de capitales o, que Dios me perdone, mercado de mano de obra. En cuanto a la ley de sociedades económicas, si el Parlamento lo acepta, traerá consigo necesariamente la aparición de los bonos de Estado y, por consiguiente, su mercado. Uno de los problemas fundamentales de la economía húngara fue
justamente que no pudimos cambiar la distribución del capital. Supongo que con esta medida daremos un paso hacia una nueva distribución del capital. Si los fondos monetarios de las personas entran en la economía del país, ello no cambiará la estructura social del sistema".
Hungría es perestrotka pionera: "Hace 20 años que estamos tratando de llevar a cabo la reforma. Es verdad que en esos años sólo hemos hablado de reformas económicas. Muchas veces nos habíamos quedado solos con estas ideas. Lo que ocurre actualmente en la URSS viene a apoyar y fortalecer ese proceso que estamos desrarrollando y que también está teniendo lugar en otros países socialistas".
La URSS de Gorbachov no es la Rumania de Ceaucescu. Si "lo que ocurra en Rumania es un asunto interno de los rumanos", la relación entre Budapest y Bucarest "no se podría, con la mejor voluntad, calificar de equilibrada".
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