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EL DIÁLOGO ESTE-OESTE

Reagan confía en un "cambio duradero" en la URSS

Francisco G. Basterra

FRANCISCO G. BASTERRA ENVIADO ESPECIAL Cuatro días en Mescú y seis horas de conversaciones con Mijail Gorbachov han servido para que Ronald Reagan anunciara ayer a Occidente, desde Londres, que "posiblemente se esté entrando en una nueva era histórica, una época de cambio duradero en la Unión Soviética". "Aún tenemos que verlo, pero si se confirma, se deberá", añadió el presidente norteamericano, "a la firmeza de los aliados, de las democracias".

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La absolución del imperio del mal, mezclada con llamadas a la vigilancia y a no bajar la guardia, es el principal resultado de la cumbre de Moscú que estabiliza la relación entre las dos superpotencías a pesar de la carencia de resultados concretos. Esta cumbre", se atrevió a afirmar Margaret Thatcher en su respuesta al prcsidente, "influirá. en el rumbo de la historia de los años venideros".0Reagan, satisfecho de encontrarse con su amiga Maggie y de acudir al palacio de Buckingham para temar el té con la reina Isabel -llegó dos minutos tarde-, pidió ayer apoyo para el revolucionario proceso de reforma In terna emprendido por Mljail Gorbachov. En un discurso pronunciado en el venerable edificio medieval del Guildhall, Ayuntamiento de Londres, ante tina audiencia. de pamelas -blanca la de Thatcher, ncgra la de Naney-, ropajes académicos y toda la Inglaterra bienpensante, ex primeros ministros incluidos, el, presidente norteamericano declaró: "Debernos hacer todo lo posible por ayudar [a la perestroika]. Y esto significa reconocer abiertamente el cambio positivo en la URSS. Y admitir su mérito".

Pero la admisión de que Occidente debe echar una mano al líder soviético en la cuesta arriba política, a que se enfrenta, no significa para Reagan concluir un apresurado acuerdo de desarme de misiles estratégicos ni de un apreciable incremento de los Intercambijos comerciales y tecnológicos.

El presidente compensó este tono positivo con una llamada al realismo, advirtiendo que no se apresurará a firmar un tratado START con Gorbachov. Funcionarios norteamericanos aseguraron ayer que es "cada vez más improbable" que pueda concluirse un acuerdo de reducción del 50%. de armas estratégicas antes de que Reagan deje la Casa Blanca, el próximo 20 de enero. Si esto es cierto, no habrá quinta cumbre entres estos dos líderes.

Reagan regresó ayer a Washington, cansado como nunca tras un viaje que ha puesto en evidencia sus limitaciones físicas se durmió en la comida en la sede de la Unión de Escritores en Moscú- pero en el que ha conseguido todos sus objetivos: no ceder ante las presiones que ejerció Gorbachov en cuestión de desarme hasta el último minuto. El presidente, irritando al dirigente soviético, tampoco quiso aceptar un documento que hablaba de la necesidad de la "coexistencia pacífica". Y lo que es más importante, machacó su mensaje de peticiones de libertades plenas en la URSS y respeto a los derechos humanos, convirtiendo este tema en el centro de la cumbre y dejando claro que en adelante las relaciones entre EE UU y la URSS ya no pasan sólo por el control de armamentos.

Reagan, satisfecho por lo conseguido, afirmó en Londres en su discurso ante el Real Instituto de Asuntos Internacionales que la política occidental de realismo, negociación diplomática y, al mismo tiempo, firmeza, "está dando sus frutos". "Es bastante probableque estemos comenzando ademolerlas barreras de la erade la posguerra". Gorbachov dijo el miércoles en el Kremlin que su continuado diálogo con Reagan es "un golpe a los cimientos de la guerra fría".

Credenciales anticomunistas

"El tratado INF", explicó el presidente, "lo ocurrido en Afganistán y los cambios en la URSS son acontecimientos muy importantes. Todavía no definitivos pero sí muy importantes". Agra deció a Thatcher -"una voz que nunca ha sacrificado sus credenciales anticomunistas"- que fuera la primera personalidad occidental que tuvo el instinto de asegurar que con Gorbachov "se puede tratar".

El presidente reconoció en Londres que "hay síntomas de mayor libertad individual en la Unión Soviética". En todos los aspectos de la vida soviética "se habla de progreso hacia la refor ma democrática". Reagan admitió que para los que pertenecen a la generación de la guerra "todo esto nos parece increíble". "MI impresión personal de Gorbachov", añadió, "es que es un hombre serio que está buscando unas serias reformas. Rezo porque la mano de Dios guíe al pueblo soviético".

"Aunque la cumbre de Moscú es muy prometedora y la respuesta del pueblo soviético es reconfortante, déjenme que introduzca una nota de precaución y de prudencia", aseguró. El presidente, que se estaba dirigiendo desde Londres a todos los aliados, dijo: "Debemos abrazar el cambio honesto cuando ocurra, pero seamos precavidos. Permanezcamos fuertes. Pero también tengamos confianza". Reagan recordó, como lo hizo en Helsinki, que la crisis de que hablaba Karl Marx no ha tenido lugar en el Occidente capitalista sino en el Este comunista.

[El presidente regresó ayer a Washington. El avión presidencial tomó tierra en la base aérea de Andrews a las 16,34 hora local (22,34 hora peninsular española), informa Efe.]

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