Becharati: "El Tercer Mundo e Irán no deben esperar nada positivo de la 'cumbre"
El 'número dos' de la diplomacia iraní critica la política de la URSS y EE UU en el Golfo
"La República Islámica de Irán, y el Tercer Mundo en general, no deben esperar nada positivo de la cumbre de Moscú. Cada vez que las dos superpotencias se reúnen es para consolidar su hegemonía sobre el resto del planeta", declaró ayer a EL PAÍS Mohamed Becharati. El primer víceministro de Asuntos Exteriores iraní no compartía en absoluto la expectación internacional despertada por el encuentro entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.
JAVIER VALENZUELA ENVIADO ESPECIAL, Becharati estaba ayer al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní. El titular del departamento, Alí Akbar Velayati, asistía en Nueva York a una reunión de las Naciones Unidas. El viceministro llevaba barba, camisa sin corbata, un grueso anillo en la mano derecha y una marca en el entrecejo, fruto de la mucha meditación y el mucho orar.Pregunta. ¿Qué opinan ustedes de la cumbre de Moscú?
Respuesta. En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso. La República islámica de Irán no está de acuerdo con la división del mundo en dos bloques. Washington y Moscú desprecian las opiniones de otros países. A partir de ahí no otorgamos ninguna importancia a las decisiones que puedan adoptarse en Moscú. Si las superpotencias acuerdan reducir o suprimir los misiles de alcance medio es porque les conviene y porque siguen teniendo arsenales suficientes para aterrorizar al resto de la humanidad.
P. ¿Sabe si Reagan y Gorbachov van a discutir sobre la guerra irano-iraquí?
R. Lo hagan o no, Estados Unidos y la Unión Soviética están de acuerdo en mantener la inseguridad en esta parte del mundo. No tienen verdadero interés en detener la mortandad provocada por la guerra entre Irán e Irak.
Un camarero sirve té y pistachos. Becharati abre él mismo los frutos secos y los ofrece a su invitado. El viceministro es un civil de edad superior a la media del equipo gobernante iraní, una estrella en ascenso, según fuentes diplomáticas occidentales en Teherán. Acaba de regresar de Beirut, donde ha participado en la resolución del conflicto armado entre las dos milicias shiíes libanesas. Desde una gran fotografía, el imán Jomeini asiste a la entrevista.
P. ¿Cómo valoran la retirada de tropas soviéticas de Afganistán?
R. Desde el primer momento la República islámica de Irán ha condenado la ocupación soviética de Afganistán y ha solicitado la retirada incondicional de sus tropas. Los muyahidines afganos han forzado la salida del Ejército Rojo, un acontecimiento positivo.
P. ¿Ven un próximo final a ese conflicto?
R. El pueblo afgano tiene que decidir su destino. La mayoría quiere un gobierno islámico, y hasta que no se proclame la República islámica de Afganistán continuará la lucha y no habrá paz y seguridad en ese país. Los acuerdos que otros firman en nombre del pueblo afgano no valen para nada.
P. Muchos analistas estiman que la entrada de tropas sirias en el sur de Beirut significa el principio del fin del Hezbolá.
R. Siria es un país antisionista, la última trinchera del mundo árabe frente al régimen usurpador de Jerusalén. Hezbolá es el movimiento de los libaneses más desheredados, que sufren en su carne la violencia de Israel. No va a haber enfrentamiento entre Siria y el Hezbolá. Tenemos garantías de que la presencia siria en el sur de Beirut no va a debilitar al Partido de Dios.
P. Irán está sufriendo un severo castigo en los últimos meses. ¿No creen que no pueden ganar esta guerra contra casi todo el mundo?.
R. El número de nuestros mártires ha aumentado porque EE UU ha pasado a apoyar abiertamente a Irak. Estamos sufriendo mucho, pero ello no tiene ningún efecto en el espíritu de nuestro pueblo.
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