España y Marruecos conectarán sus sistemas eléctricos a través de un cable submarino

Fernando Maravall, secretario general de la Energía del Ministerio de Industria, y su homólogo marroquí, Mohamed Karbid, suscribirán en Rabat, durante el próximo mes, la carta de intenciones para la interconexión de las respectivas redes eléctricas nacionales. El proyecto prevé el tendido de un cable submarino a través del estrecho de Gibraltar y permitirá a medio plazo el intercambio de suministro de electricidad entre Europa y el norte de África. Las inversiones dependen de los estudios técnicos, si bien serán "perfectamente asumibles por ambas partes", según las fuentes consultadas.

El encuentro en Rabat entre Maravall y Karbid permitirá la elaboración de una declaración conjunta en la que España y Marruecos reafirmarán su interés mutuo en canalizar la interconexión eléctrica entre Europa y el norte de África. El proyecto, tildado de "histórico" a medio plazo en medios oficiales, permitiría la mejora de los dos sistemas eléctricos interconectados, con unos niveles de inversión absorbibles por ambas partes. En este sentido, la conexión submarina redundaría en la estabilidad de la frecuencia y de la tensión de los sistemas eléctricos de los dos países, confiriendo una mayor estabilidad al sistema resultante. De acuerdo con los estudios realizados, la interconexión haría posible, además, una mayor regulación de ambos sistemas, permitiendo a cada una de las partes recortar sus costes en este capítulo.El coste exacto de la interconexión no podrá conocerse hasta haber llevado a cabo las necesarias prospecciones del fondo marino que determinen la ruta idónea del cable. El presupuesto barajado por fuentes próximas al proyecto, no obstante, se mueve en un arco de entre 7.000 y 20.000 millones de pesetas; asumible con facilidad por ambas partes.

España y Marruecos han de negociar en este sentido el reparto del coste, que en principio se distribuiría al 50%.

El plazo de ejecución se estima en alrededor de dos años a partir de la toma de decisión, y la obra civil supondría la parte del león del presupuesto previsto. Según los estudios previos diseñados para el proyecto, el tendido del cable submarino puede recorrer dos rutas, una de ellas de unos 37 kilómetros y con una profundidad máxima de 380 metros, y la otra, considerablemente más corta (16 km), pero tendida a 950 metros de profundidad. Esta última opción aparece como la idónea desde el punto de vista económico y eléctrico, si bien esta elección dependerá de las prospecciones del fondo marino a fin de elegir el trazado definitivo.

Por otra parte, y teniendo en cuenta las características y perspectivas del sistema eléctrico, la capacidad inicial de la interconexión rondaría los 300 MW, contemplándose, no obstante, la posibilidad de alcanzar a los 700-750 MW en un plazo de 10 años desde su eventual entrada en funcionamiento.

En caso de recibir el espaldarazo definitivo, el suministro por parte española correría a cargo de Red Eléctrica de España, SA, la sociedad mixta creada para lograr la explotación unificada del sistema eléctrico español. La empresa, presidida por Paulina Beato, tiene el monopolio de la importación y exportación de electricidad.

El tráfico

Entre los impactos directos de la interconexión, los datos técnicos de la propia Red Eléctrica apuntan a que el acuerdo permitiría mantener en funcionamiento las centrales de carbón del sur de España al mínimo técnico de base, justificando definitivamente el cierre del anillo andaluz de 400 kilovatios.El proyecto supondría, además, la ampliación de las oportunidades para la industria española de bienes de equipo eléctrico en Marruecos.

De acuerdo con las estimaciones realizadas por los responsables del proyecto, el suministro base a canalizar por el cable submarino alcanzaría los 200 megavatios; un tráfico que permite la rápida amortización de las inversiones efectuadas.

Marruecos cuenta en la actualidad con un mercado estimado en tomo a los 7.000 GW, con unos índices de crecimiento anual del 7%, explotado por la Oficina Nacional de Electricidad (ONE), de carácter público. El nivel de consumo contrasta con el español, que se sitúa en 130.000 GW.

Dentro de su política de interconexión eléctrica, España ha previsto reforzar sus lazos con Francia y Portugal, con la puesta en marcha de nuevas infraestructuras que supondrán una inversión total de 9.500 millones de pesetas por parte de Red Eléctrica.