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De Mita, teólogo por un día

Juan Arias

El primer ministro y líder democristiano italiano, Ciriaco de Mita, se ha hecho teólogo durante 24 horas para explicar a los suyos la última encíclica papal, Sollicitudo rei socialis. Para ello acaba de convocar un congreso en el que han participado personajes de primera plana de todas las tendencias democristianas. El hecho es importante porque está en curso una dura polémica del movimiento católico integrista Comunión y Liberación contra De Mita, a quien consideran el hereje democristiano, el alma laica de los políticos católicos, que está "vendiendo los valores de la Iglesia".

El nuevo presidente del Gobierno, con un gesto de sorpresa, ha tomado la encíclica del Papa y, con ella en sus manos, les ha dicho que son "más papistas que el Papa", que precisamente dicha encíclica -"no es una tercera vía entre capitalismo liberalista y colectivismo marxista", y, por tanto, ha añadido: "No se trata de que los católicos comprometidos acrediten el magisterio papal como una ideología para abatir las otras ideologías o como una política para echar abajo otras políticas".De Mita les ha recordado a los integristas que consideran al papa Wojtyla como un monopolio de sus intransigencias que la Iglesia del actual Pontífice, "salida de una fase que implicaba más cautela que coraje", empuja ahora más bien "hacia una fase de magisterio social atento no sólo a enseñar, sino también a aprender de las vicisitudes humanas".

Ha acabado diciendo De Mita que la doctrina social de la Iglesia, como ha revelado este Papa, "no es algo inmutable", como querrían los dogmáticos seguidores de Comunión y Liberación, sino más bien "una reflexión y una búsqueda sujeta al cambio de las condiciones en las que se mueve la vida de los hombres y de la sociedad".

La DC en España

Cuentan que cuando un obispo español pidió hace ya algún tiempo a Juan Pablo II que apoyara el nacimiento en España de una democracia cristiana, éste respondió que mejor que no, aunque añadió: "A no ser que los españoles encontrasen para presidirla a un hombre como De Mita". Pero es curioso que los católicos más tradicionales de este país consideran al intelectual dirigente democristiano "el alma negra" del catolicismo italiano por su formación montiñana, que le lleva a apoyar el llamado "laicismo de la política" y no su "sacralización", como pretende Comunión y Liberación, para quien lo que no está bautizado como católico no es nada, ni siquiera política.

Sin embargo, Ciriaco De Mita, hijo espiritual del asesinado Aldo Moro, cree en en la plena autonomía de la política y concibe su partido no como el partido de los católicos, sino como la formación en la que pueden encontrar espacio "también los católicos", pero no sólo ellos.

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