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Michael Jackson no consigue poner el cartel de 'no hay billetes'

El cantante inicia mañana en Roma su gira europea

Mañana, lunes, comienza en Roma la gira europea de Michael Jackson, Peter Pan del pop, negro en eterno trasplante de piel para ser blanco, mito de misterio sexual y cantante adorado por las adolescentes de las cuatro esquinas del globo. Jackson, que llegó a Roma el jueves, dará en Italia tres recitales: dos en Roma, el lunes y martes, y uno en Turín, el día 29. En contra de lo que se esperaba -y de la escenografía de servicio de seguridad, clandestinidad de alojamiento y casa por la ventana en mercadotecnia-, no se han agotado las entradas.

La criatura había pedido cantar en el Coliseo, ver la capilla Sixtina y ser recibido por el Papa. La estrella del rock más caprichosa y despótica del mundo ha tenido que conformarse con el estadio Flaminio, y es muy posible que si quiere ver a Juan Pablo II tenga que darse una vuelta hoy a las doce de la mañana por la plaza de San Pedro para ser cobendecido, junto a cientos de mortales normales, desde una de las ventanas según se mira a la derecha. Quizá haya logrado ver la Sixtina, porque eso sí que no tiene más mérito que presentarse en la puerta de los Museos Vaticanos y pagar 8.000 liras (unas 750 pesetas).El día de su llegada asistió a una gala ofrecida en su honor por el embajador norteamericano Jackson, adorado por tanta quinceañera, pidió que en el cóctel sólo hubiera adultos. Dicen que le gustan mayores, sin que de su reciente libro autobiográfico pueda extraerse conclusión alguna sobre el género y la especie, lo cual le hace, sin duda, distinto al divo-diva medios, que suelen aprovechar el paso por las editoriales para desgranar el elenco de amores. Se ha dicho, eso sí, que tiene amistad con Diana Ross. Ha aparecido en la Prensa abrazado por Soria Loren. Género y especie aparte, parece que es verdad que le gustan mayores.

Michael Jackson, obsesionado por el terror a envejecer -y que, como se sabe, se ha hecho construir junto al dormitorio una habitación hiperbárica en la que se somete varias veces al día a sesiones de hiperoxigenación para hacer más lento el proceso de envejecimiento; que ha dejado de comer carne y pescado para no engordar; que no bebe ni fuma y lleva a menudo una máscara antimicrobios porque el aire que respiramos no hay quien lo aguante-, eligió una fórmula en su mejor línea para reponerse del cambio de huso horario: se metió largo tiempo en un tanque de flotación que, en la oscuridad más absoluta, simula el líquido amniótico.

Una vez repuesto, y con posibilidad de soportar más o menos este mundo envejecedor, suboxigenado y contaminante que nos toca vivir, fue a la noche mundana que le preparó su embajador a la que estaban invitados cantantes, presentadores de televisión, artistas y escenógrafos.

Él, con la cara aclarada por los kilos de medicina que toma para modificar la pigmentación de su piel y con todos los cambios que se ha hecho esculpir poco a poco, ha pasado en Roma por lo que no soporta, en general excepto cuando está en los recitales: ver gente.

Parece que en estos días de capilla, Michael Jackson ha recibido una mala noticia proveniente de Londres: ya no hará de Peter Pan en la superpelícula que iba a producir Dodi Fayd.

Jackson se ha enfadado bastante. Pero es que debe aprender que no se puede viajar sin la mascota. Y ya lo vieron lasfans cuando el jueves se bajó del avión de la Pan Am en Fiumicino: Bubbles no venía. Como queriendo echar leña al fuego de la contrariedad de que no se agotaran las entradas, el chimpancé de tres años y medio, que se viste como el cantante y tiene en su amor por el champaña una de las diferencias con su abstemio amo, no ocupará su localidad en el estadio Flaminio.

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