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México estudia la posibilidad de plantear una moratoria de su deuda externa

, La posibilidad de una moratoria en el pago de su deuda externa se abre paso con mucha mayor fuerza en México a raíz del fracaso del proyecto del cupón cero norteamericano y a medida que se aproxima el final del mandato de Miguel de la Madrid, según afirma la Prensa mexicana, citando a expertos y funcionarios de alto nivel.

La tendencia a la baja de los precios del petróleo y la urgente necesidad de recuperar el crecimiento de la economía son otros dos factores que pueden influir decisivamente para que México opte por una alternativa radical para librarse del enorme peso de su deuda externa, que se calcula superior a los 105.000 millones de dólares.El diario económico El Financiero asegura, de acuerdo con confidencias de miembros de la Administración, que se está "preparando el terreno" para que México declare la moratoria. Según estas fuentes, el país nunca ha estado en condiciones tan favorables para decidirse por esa opción, a la que parecen apuntar todos los datos económicos que en estos momentos se manejan. Funcionarios gubernamentales citan, entre esos datos, los siguientes: la compra a principios de año del cupón cero para el cambio de bonos por deuda ha fracasado por la desconfianza de la banca extranjera; el estancamiento económico ha deteriorado el nivel de vida en el país hasta límites insoportables; la continua tendencia a la baja de los precios del petróleo priva a este país de ingresos de miles de millones de dólares anualmente; México ha cumplido, sin resultados, con todo lo sugerido por el Fondo Monetario Internacional (especialmente la privatización de empresas públicas) y ha servido de laboratorio del Plan Baker; y, por último, este país dispone en estos momentos de una buena reserva de divisas (cerca de 15.000 millones de dólares), lo que le da margen para futuras negociaciones.

Razones políticas

Todo esto sería esgrimido como argumentos para justificar la moratoria, pero existen además razones políticas de peso. El Gobierno de De la Madrid llegará a las elecciones del próximo 6 de julio tan desgastado que la elección del candidato del Partido Revolucionarío Institucional (PRI), Carlos Salinas de Gortari, estaría en peligro de no contarse en la inevitabilidad de su triunfo por razones intrínsecas del sistema mexicano. El PRI está apremiado a hacer algo de peso para ganar nueva credibilidad política, y nada más popular ni espectacular que la declaración de una oratoria. De esa manera, además, el actual presidente -amigo- y promotor del próximo- dejaría allanado el camino a la nueva Administración.

Varios economistas han advertido recientemente que México necesita urgentemente recuperar su crecimiento. El Pacto de Solidaridad Económica firmado en diciembre pasado por el Gobierno con obreros y empresarios está cumpliendo su objetivo e frenar la inflación, pero al precio de detener también el crecimiento. El presidente De la Madrid afirmó el pasado viernes en un discurso que se ha demostrado que el crecimiento de los últimos años era irreal y que es conveniente ajustar ese crecimiento al nivel que realmente puede permitirse el país.

Desde 1941 hasta 1982 México alcanzó tasas de crecimiento del 6% anual. A partir de ese último año se ha ido reduciendo hasta el 0,5% actual. La culpa principal de ese descenso ha sido que, entre 1982 y 1988, el país ha pagado, según cifras oficiales, 45.991 millones de dólares en concepto del servicio de su deuda externa. Según expertos, manteniendo el pago de esas cantidades es imposible que México consiga un crecimiento que amortigüe el sufrimiento de la población.

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