Empleados de un psiquiátrico acusan al ex director de maltratar a los pacientes

Cuatro antiguos empleados de centro de disminuidos psíquicos de Can Ruti, en Badalona, acusaron ayer al ex director del centro, Jaume San José, y al ATS José Antonio Álvarez de haber maltratado física y verbalmente a varios pacientes, todos ellos disminuidos profundos. San José y Alvarez fueron juzgados por estas faltas de vejaciones y malos tratos, acusaciones sostenidas en la querella presentada por la fiscalía de Barcelona. El fiscal solicitó además la apertura de una investigación sobre la muerte de un paciente.

Algunos pacientes de Can Ruti fueron golpeados y sometidos a vejaciones -como permanecer envueltos con la ropa en la que antes habían defecado-, según varios de los testimonios que se escucharon ayer en el Juzgado de Distrito número 3 de Badalona. En una ocasión, una interna fue obligada a desnudarse y permanecer en un baño, a oscuras, durante dos horas por decisión del ATS Álvarez, según añadieron otros testigos. Según la versión de los denunciantes, una constante en el centro entre mayo y noviembre de 1987 eran los gritos e insultos a los pacientes, proferidos por el ATS inculpado. Éste negó las acusaciones. "No valía la pena insultarles porque no entienden", sentenció.Empleados del centro presenciaron corno en una ocasión Jaume San José, entonces director del centro, pegaba a un paciente y ambos caían rodando por el suelo. Otra costumbre del centro impuesta por el ex director era la obligación de atar a algunos pacientes para evitar que se masturbaran porque San José consideraba que eran instintos primarios que no se debían permitir", según señaló una antigua trabajadora. El ex director negó este extremo.

Los ex empleados sostuvieron ante el tribunal que la dirección del centro no tenía el debido control de la salud y estado general de los pacientes.

Padres de algunos internados en Can Ruti comentaban fuera de la sala de vistas, a la espera de declarar, que se enWraron de las supuestas vejaciones por algunos de los cuidadores del centro, criterio también mantenido por la concejal del Ayuntamiento de Badalona, Mayte Arqué.

En un primer paso, los padres denunciaron los hechos ante la Generalitat, que abrió un expediente y lo cerró sin sanciones por entender que no existieron ni vejaciones ni malos tratos. El ex empleado José Luis Torres afirmó ayer que hizo constar en el parte de incidencias el empeoramiento de un paciente, Javier Romero, a la espera de que la dirección del centro decidiera trasladarlo a un hospital.

Muerte de un paciente

Romero falleció en mayo de 1987, al cabo de quince días de haber ingresado en el centro de disminuidos. El paciente, que se negaba a comer, era tuberculoso y presentaba diarreas contínuas.El ex director del centro achacó el mal estado del paciente a la falta de costumbre de estar internado, cuando ya llevaba 10 años en este regimen en otros centros, según matizó Torres. Finalmente, el enfermo fue trasladado a la residencia de Can Ruti, donde falleció inmediatamente. El fiscal Pedro Martínez solicitó la imposición de penas de arresto menor para los acusados. Asimismo, consideró que las circunstancias de la muerte de Romero no están aclaradas y solicitó al juzgado el inicio de una investigación. Los dsefensores pidieron la absolución.