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Israel asegura que su actual ofensiva en el sur de Líbano pretende evitar nuevas infiltraciones

, La ofensiva lanzada el pasado lunes por el Tsahal (Ejército israelí) contra numerosas localidades y campamentos palestinos en la zona sur de Líbano tiene como principal objetivo "hacer saber a todos los interesados que Israel no tolerará un retorno de la actividad terrorista en la región, para evitar una vuelta a la situación anterior" según afirmó ayer el general Yosi Peled, comandante de las tropas a cargo de la ofensiva. La "situación anterior" se refiere a la existente inmediatamente antes de la invasión israelí de Líbano, en 1982.

Las tropas -cuyo número ha sido establecido entre 1.500 y 2.000 soldados- continuaban ayer registrando casa por casa y tomando detenidos en la franja de seguridad del sur de Líbano y "sus alrededores", según las fuentes oficiales. Las tropas sirias, que controlan la zona central libanesa, habían sido ayer puestas en estado de alerta para evitar incursiones israelíes en el territorio que ellas controlan, especialmente en el valle de la Bekáa, al sureste de Beirut.De acuerdo a fuentes libanesas y de organismos internacionales en la zona, los israelíes -apoyados por helicópteros, carros blindados, cargas de artillería y el vuelo rasante de aviones de combate- llegan a los pueblos y ordenan a la población que se mantenga en sus hogares, tras lo cual comienzan el rastreo de posibles militantes y bases de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Entre tanto, los dirigentes máximos de Israel se esfuerzan por calmar tanto a la opinión pública internacional como a los, propios israelíes. "No tenemos la intención de quedarnos en Líbano ni de enfrentarnos con los sirios", ha dicho el primer ministro, Isaac Shamir, mientras el ministro de Exteriores, Simón Peres, ha asegurado que "toda la operación terminará en algunos días".

Las fuerzas israelíes, en efecto, comenzaron en la tarde de ayer su retirada parcial de una zona en el sudeste libanés, tras haber realizado un "control exhaustivo" de las villas suníes de Chebaa, Kjar Chouba y Habariyé y tomar "un número indeterminado" de detenidos, según informó el portavoz de las fuerzas de las Naciones Unidas en el sur de Líbano (Finul), Timor Goskel.

La 'franja de seguridad'

Los sectores más ultranacionalistas, por su parte, exigen aprovechar la operación para ampliar la franja de seguridad, establecida por los propios israelíes tras su retirada de Líbano.

Corresponsales de prensa que han seguido a las tropas israelíes han afirmado que unos 700 soldados sobrepasaron ayer en al menos 12 kilómetros los límites de lafranja de seguridad y desarrollaron acciones en las aldeas de Ain Ata, Mimes, Kfair y Jalwe.

La ampliación y limpieza de la franja de seguridad, que fue creada precisamente para proteger a las colonias judías en el norte del país, está en el centro de la actual operación, debido especialmente a los últimos ataques con cohetes Katiushka por parte de las bases de la OLP y del Hezbolá. Pese a que desde 1985 han muerto 34 soldados israelíes en la defensa de la zona de seguridad, los ataques no han provocado la muerte de ninguno de los colonos israelíes en la zona. Al contrario, en el mismo período, unos 300 atacantes shiíes y palestinos han caído en la franja de seguridad y unos 50 en la frontera. En lo que va de año, ocho comandos palestinos sucesivos han intentado infiltrarse en Israel, lo que ha causado la muerte de 17 palestinos y de cinco militares israelíes.Desde el punto de vista israelí, lo más inquietante es la mayor libertad de acción de los palestinos desde el levantamiento del cerco establecido por la milicia prosiria Amal contra los campos palestinos de Líbano, y sobre todo tras la consecución de una alianza táctica de las fuerzas de la OLP con las prosirias y con el proiraní Hezbolá.

Cuatro palestinos

En Jerusalén, por su parte, fuentes palestinas citadas por la agencia Reuter informaron de la muerte de cuatro palestinos en violentos enfrentamientos ocurridos ayer en localidades de la Cisjordania ocupada. Dos de las muertes -la de Omar Mohamed al Manasra, de 18 años, y de Nidal Alí Balout, de 19- fueron reconocidas por el Ejército israelí. Ambos murieron abatidos por disparos de soldados que reprimían una manifestación en Bani Naim, en Cisjordania. Otro manifestante, Jaled Rifki Amira, de 23 años, murió en el hospital de Nablús, mientras que Abdu al Buhi, de más de 80 años, falleció cerca de allí víctima de dos disparos en las piernas hechos por soldados que perseguían a jóvenes manifestantes.

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