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El tabaco aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares en las mujeres

José María Martin-Moreno

No se sabe si, acorde a la canción poularizada en su momento por Sara Montiel, fumar es un placer sensual. Lo que está claro es que fumar cigarrillos aumenta de forma importante el riesgo de hemorragia, trombosis y embolia cerebral.Aunque el tabaco había sido previamente relacionado con ACV entre hombres, el nuevo estudio, publicado este mes en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, es el primero en mostrar de forma clara que el mismo efecto es cierto en mujeres.

Un equipo coordinado por Charles Hennekens en Boston (Estados Unidos) ha llevado a cabo un estudio de cohorte (estudio observacional, de seguimiento) durante ocho años entre 120.000 enfermeras con edades comprendidas entre los 30 y los 55 años y sin enfermedad conocida al inicio del período de seguimiento. En ese tiempo los investigadores encontraron una relación bien definida entre el número de cigarrillos fumados y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

En conjunto, comparado con las mujeres que nunca fuman, las que fuman entre 1 y 14 cigarrillos por día tienen más del doble de riesgo de padecer ACV, mientras el consumo de 25 cigarrillos al día multiplica por cuatro este riesgo.

Efecto de acumulación

En una conferencia de prensa informal, el doctor Hennekens, de la universidad de Harvard y del hospital Brigham and Women's de Boston, explicaba respecto a las consecuencias de abandonar el hábito tabáquico que, mientras existe un efecto positivo pero lento en la reducción del riesgo de cáncer de pulmón, el abandono del tabaco se refleja de forma rápida en una reducción del riesgo de accidentes cerebrovasculares.Utilizando los mismos términos comparativos, y buscando simplificar y sintetizar las conclusiones de diversos estudios, Hennekens afirmó que el efecto del tabaco es acumulativo para el cáncer de pulmón, siendo el riesgo de padecer este cáncer mayor para una mujer que ha fumado un paquete de cigarrillos al día durante 40 años comparado con el de una mujer que ha estado fumando cuatro paquetes al día durante 10 años. Por el contrario, el riesgo de padecer ACV sería mucho mayor para la fumadora intensa aunque llevara menos tiempo de adicción.

Dicho de otra forma, parece que lo importante para el cáncer de pulmón es durante cuánto tiempo se ha estado fumando, mientras para el ACV y enfermedades cardiacas lo más relevante sería cuánto se está fumando en la actualidad. De cualquier forma, a nadie escapa que lo más positivo es dejar de fumar.

Esta investigación apoya la evidencia, cada vez más clara, de que el tabaco es perjudicial para la salud, siendo un factor dé riesgo evidente no sólo para el padecimiento de ACV sino también para otras enfermedades, tales como infarto de miocárdio y diferentes neoplasias, especialmente cáncer de pulmón.

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