"¡Qué diantres pinta el partido en las empresas!"

Uno de los principales propulsores de una revisión total del papel del partido comunista es Imre Poszgay, presidente del Frente Patriótico Popular (FPP), que encuadra a diversas organizaciones políticas y sociales. Su política ha sido muy cercana a la del partido, pero en los últimos años es la principal caja de resonancia de los llamamientos a cambios más profundos.Poszgay defiende la necesidad del conflicto de intereses como esencial en una democracia moderna, y es uno de los dirigentes de la Europa del Este que más se acercan al pluralismo político occidental en su definición del socialismo y del nuevo papel en el mismo del partido comunista.

El reconocimiento del carácter necesario del conflicto de intereses y sus beneficios para una sociedad moderna, por el que aboga Poszgay, es incompatible con el concepto del consenso nacional a toda costa que defiende Kadar y que pasa por el papel dirigente del partido. Dirigentes del mismo califican ya abiertamente este concepto kadariano como "totalmente obsoleto".

"Qué diantres pinta a estas alturas una organización del partido en las empresas si ya hay sindicatos y directivos", señalaba recientemente un economista.

Por otra parte, reformas ya aceptadas tienen que tener como consecuencia la aceptación de organizaciones que representen diversos intereses. La existencia del desempleo, ya admitida, tiene que traer consigo la creación legal de una representación de los afectados. Los pequeños empresarios, los cooperativistas y los independientes quieren asimismo organizarse para defender sus intereses frente al Gobierno y la burocracia y para coordinar su actuación, tanto en el interior como en el exterior.

Pese a que el borrador para la conferencia está muy lejos de las tesis de Poszgay, pero presumiblemente también de las del primer ministro Karoly Grosz, en Budapest nadie duda que éstos y sus seguidores presentarán batalla a los intentos de la vieja guardia de Kadar de evitar los cambios.