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Un tribunal israelí condena a la horca a John Demjanjuk el polémico 'Iván el Terrible'

John Demjanjuk, el ucraniano de 68 años que fue identificado "sin ningún género de dudas" por la justicia israelí como Iván el Terrible, fue condenado ayer a muerte por los tres jueces del tribunal de distrito que le halló culpable de crímenes de guerra, contra la humanidad y contra el pueblo judio. Demjanjuk escuchó sentado el veredicto y reiteró su inocencia, mientras centenares de asistentes prorrumpían en aplausos y vivas y muchos entonaban la canción Que viva el pueblo judío.

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Iván , el verdugo

La condena dictada contra Demjanjuk, la segunda de este tipo dictada en Israel desde la pena de muerte para el criminal de guerra Adolf Eichmann en 1961, puede ser apelada ante el Tribunal Supremo del país y su resolución tardará varios meses en ser emitida, según fuentes judiciales israelíes."Soy inocente, soy inocente. Mi testigo es Dios", afirmó Demjanjuk. "Habéis juzgado aquí a otro hombre; yo no soy Iván el terrible", dijo el acusado poco antes de que los jueces Dov Levin, Dalia Domer y Tivi Tal emitieran su veredicto. El lunes pasado, tras 15 meses de juicio, Demjanjuk había sido identificado como Ivan el Terrible, uno de los peores verdugos del campo de exterminio nazi de Treblinka, en Polonia, durante la II Guerra Mundial.

El juez Tal admitió que Demjanjuk "no fue como Eichmann, que estuvo entre los organizadores de la matanza sistemática de seis millones de judíos, pero fue un verdugo, un terrible ejecutor de los crímenes". Tal agregó que el condenado merecía la muerte por haber humillado, degradado, torturado y dado muerte a sus víctimas con gran celo y entusiasmo. El tribunal no ha admitido ninguna circunstancia atenuante y ha recordado que "los crímenes contra el pueblo judío y contra la humanidad no pueden ser perdonados".

Según el cazador de nazis Simon Wiessental, director del Centro de Documentación Judía de Viena, tras el juicio contra Demjanjuk "todos los responsables de campos de concentración nazis aún vivos han sido condenados". Wiessental afirma que el primer comandante del campo de Treblinka, Imfried Eberl, se suicidó en 1945; el segundo, Franz Stang1, fue condenado a prisión perpetua en la República Federal de Alemania en 1971, donde murió dos años más tarde. "Los demás jefes de campos de concentración han sido todos condenados o se han suicidado".

La euforia que se desaté en el tribunal fue especialmente notoria entre los supervivientes de campos de concentración. "Tengo una pequeña satisfacción", dijo uno de ellos, Elías Goldberg, pero todavía no se ha creado la sentencia capaz de borrar los crímenes que cometió Demjanjuk". El hijo del condenado, John, de 22 años, presente en la sala, comentó: "Es el asesinato jurídico de un inocente".

El condenado, de origen ucraniano, obtuvo la residencia y la nacionalidad estadounidense en 1952, cuando se instaló en Cleveland, Ohio, donde trabajó como mecánico de coches y tuvo tres hijos. Un tribunal de Estados Unidos le retiró la nacionalidad antes de ser extraditado, por mentir a las autoridades de inmigración sobre su origen.

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