"Pido a mis hermanos que liberen a los prisioneros", solicita un rehén miembro de la familia real kuwaití
Fadel al Sabah tiene una treintena de años y su voz sonó ayer como la de alguien que ha vivido un siglo y ya no puede soportarlo más. El rehén más precioso para los piratas del avión del martirio habló en árabe con la torre de control a las 13.15, hora local (una hora más en España). "Soy Fadel al Sabah, miembro de la familia real kuwaití. Pido a mis hermanos que liberen a los prisioneros". Eso fue todo. El último episodio de una odisea que se inició el pasado día S.
Costó bastante tiempo traducirlo. El primo lejano del emir de Kuwait habló con voz desmayada, entrecortada, como si hubiera corrido un maratón, torturado incluso. La torre de control pidió al rehén que repitiera su mensaje: "Le hemos recibido, pero no podemos entenderlo muy bien". La respuesta vino, al parecer, de uno de los secuestradores: "No, él no quiere. Yo puedo confirmar que es un miembro de la familia real kuwaití".Fue la primera novedad de la decimocuarta jornada del secuestro del Boeing 747 de Kuwait Airways y de la sexta de su etapa argelina. Un poco más y este caso superara el récord mundial de secuestros aéreos, establecido en 17 días por los captores de un aparato de la TWA en Beirut, en 1985.
Kuwa¡t se ha negado terminantemente a liberar a los 17 prisioneros y acusa a Irán de estar detrás del secuestro, que ya ha costado la vida a dos de los rehenes. "Los secuestradores son pagados por Irán para mantener una guerra de nervios contra Kuwait, debido a nuestro apoyo a Irak en la guerra del Golfo", dijo una fuente kuwaití.
Difícil mediación argelina
Cuando Fadel al Sabah, lanzó su mensaje, el primer día del sagrado mes del Ramadán no había aportado el gesto humanitario que los mediadores argelinos habían pretendido de los secuestradores. En la noche del domingo al lunes, el propio ministro del Interior argelino había negociado largo rato al pie y a bordo del pájaro metálico. Una niebla espesa como en las pelícuals de horror y todas las luces del aeropuerto apagadas, rodearon de misterio y expectación unos encuentros. que no tuvieron un rápido resultado.
El diario argelino Horizons relató ayer que los rriediadores habían intentado convencer a los piratas de la contradicción entre los principios del Ramadán y la toma de rehenes ¡nocentes. Pese a su gran piedad religiosa, los integristas islámicos respondieron: "No tenemos otra alternativa". Argelia, sin embargo, no daba ayer el asunto por concluido, y seguía presionando a ambas partes para que ablandaran sus posturas.
Al mediodia de ayer, el mediador argelino que ha servido de contacto con los ocupantes del Boeing desde que el aparato aterrizó en Argel, subió al avión a petición de los secuestradores y parlamentó durante 18 minutos con ellos. No hubo comentarios posteriores de este encuentro. Al mismo tiempo, las autoridades argelinas orde naron un drástico aumento de la seguridad en tomo al avión. Numerosos policías armados coparon las dependencias del aeropuerto.
Expulsados el día anterior de la sala de honor del aeropuerto, los informadores lo fueron ayer del principal hotel de Argel, donde algunos habían encontrado habitación en el fin de semana. El hotel, se les dijo, iba a efectuar reformas.
Las condiciones de vida de la mayoría de los informadores internacionales fueron aliviadas por sus respectivas embajadas que enviaron comida, bebida, cigarrillos y dinero. La embajada española en Argel, sin embargo, seguía hasta ayer sin hacer acto de presencia en el aeropuerto Huari Bumedian, donde acampa un equipo de TVE y los enviados especiales de la agencia Efe, la cadena de radio SER y el diario EL PAÍS.
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