Gorbachov se radicaliza
El líder soviético abandona su política centrista y apuesta por la reforma
Mijail Gorbachov ha pasado de ser un mediador entre las distintas concepciones de la perestroika a adoptar una posición más radical, que satisface a los partidarios de un profundo cambio del sistema político en la URSS. Éste era ayer el análisis de medios políticos soviéticos que hasta ahora consideraban a Gorbachov como un centrista entre dos corrientes enfrentadas, la que representaba Boris Yeltsin, el defenestrado jefe del partido en Moscú, y la que trata de promover a Igor Ligachov, el número dos de la dirección soviética, como eje de la continuidad del sistema.
La supuesta evolución de Gorbachov viene avalada, según estos medios, por los últimos acontecimientos políticos, cristalizados en torno a dos artículos de Prensa, que son la apasionada comidilla de los círculos intelectuales moscovitas. El primero de ellos, firmado por la profesora de química Nina Andreeva, defendía a Stalin, la tradición autoritaria, la dictadura del proletariado y el mantenimiento de la lucha de clases en condiciones de coexistencia pacífica internacional. El segundo artículo fue el editorial con el cual Pravda, órgao central del PCUS, respondió a las tesis de Andreeva, consideradas como una plataforma conservadora que contaba con la aprobación de Igor Ligachov. La respuesta de Pravda vino directamente del Comité Central y su cerebro fue Alexander Yakovlev, el miembro del politburó encargado de cultura y propaganda en el secretariado del Comité Central, según han coincidido en afirmar fuentes bien informadas.El tratamiento editorial del texto, defensor de la libertad de debate, la democratización política y la desestalinación completa, indica que éste es asumido por la dirección soviética en su conjunto, y cuenta con el apoyo del Politburó. En medios políticos moscovitas se especula, sin embargo, sobre la actitud de Ligachov ante la respuesta a Andreeva. Según una de las hipótesis barajadas, el número dos soviético no participó en la redacción por encontrarse ausente de Moscú.
El diario Sovietskaia Kultura aportaba ayer una muestra del pensamiento político de Ligachov al reproducir un discurso pronunciado por éste el 4 de abril en Moscú en un acto dedicado al arte popular. "La búsqueda y afirmación de nuevas formas y contenidos, la creatividad, deben desarrollarse en los marcos de la ideología comunista y en los marcos del socialismo", dijo Ligachov, que reivindicó un uso racional del tiempo libre como método de lucha contra el alcoholismo y atacó la influencia occidental en la cultura y los ritmos musicales modernos, la "moda del estruendo que ahoga toda melodía y de bailes que conducen a sus ejecutores al frenesí".
Mutación monstruosa
¿Por qué hay que inclinarse ante lo nuevo como ante un dios al que hay que someterse sólo porque es nuevo?", exclamaba Ligachov. "Es absurdo. Totalmente absurdo. Aquí hay mucha hipocresía y, claro está, hay una adoración inconsciente por la moda artística que reina en Occidente", señalaba. El "arte popular", a vigilar ideológicamente, es comparable, según Ligachov, con el "fondo genético" que salva a la vida intelectual de la "mutación monstruosa" y la "decadencia"."La perestroika ha aportado más nutrición intelectual que física", afirmaba un soviético refiriéndose a la abundancia de publicaciones y obras literarias críticas que proliferan hoy en la URSS en contraste con los supermercados escasos de víveres que la perestroika no ha logrado aún llenar.
Quienes ven amenazado el sistema por las refarmas no se dan por vencidos y han evidenciado su resistencia, incluso después de la condena editorial de Pravda. V. Alekseeva, otra profesora de Leningrado y miembro del PCUS al igual que N. Andreeva, afirmaba el miércoles que la "dictadura del proletariado" es el "abecé" del marxismo e instaba a acabar con el "analfabetismo politico" en el partido. Advertía que, de no hacerlo así, los "anticomunistas" aprovecharán para dedicarse a la "restauración del capitalismo en nuestro país".
El testimonio de Alekseeva era valorado como una pista importante por medios reformistas soviéticos, dado que apareció en la portada del periódico Solsialisticheskaia Industria y coincidía con las posiciones ya desautorizadas de Andreieva.
"Por el momento se están deslindando los bolcheviques de los mencheviques", decía Alekseeva apoyando a un abogado de Tashkent que en el mismo periódico condenó recientemente la política oficial soviética. "No es difícil de comprender que avanzamos hacia el socialismo pequeñoburgués basado en las relaciones comerciales", decía N. Zheviakov, asegurando que los "idealistas mencheviques" son el principal peligro para nosotros y para la paz mundial".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.