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CRISIS EN EL PAÍS DEL CANAL

La incertidumbre reina en la influyente colonia española

La CE coordina medidas de emergencia por si es necesaria una evacuación de sus ciudadanos en Panamá

Antonio Caño

El Gobierno español ha previsto, en coordinación con los demás países de la Comunidad Europea, medidas de evacuación -y otras para casos de emergencia- de los más de 15.000 españoles residentes en Panamá, según fuentes diplomáticas, que no creen, sin embargo, que la situación política en este país se deteriore hasta el extremo de hacer necesaria su aplicación. Hasta el momento, la influyente comunidad española en Panamá se ha visto seriamente perjudicada en sus intereses económicos por la grave crisis que sufre el país, pero no se han dado todavía casos en los que peligre seriamente la vida de ciudadanos españoles, la mayoría de ellos con raíces de muchos años en Panamá.

Las dos principales situaciones de riesgo que se contemplan para la colectividad española son la radicalización de las medidas del Gobierno contra empresarios y comerciantes, entre los cuales hay un alto porcentaje de españoles, y la amenaza de una intervención militar por parte de EE UU. La Embajada española en Panamá ha hecho saber a quienes se han interesado por su situación que, en ambos casos, se han estudiado ya acciones de protección de los intereses y de los ciudadanos españoles.El embajador Tomás Lozano no cree que se lleguen a dar circunstancias que obliguen a aplicar disposiciones de emergencia para toda la colectividad, pero no descarta que la embajada tenga que intervenir en casos aislados de ciudadanos españoles que se sientan en peligro por haber recibido amenazas contra su vida o sus propiedades.

Ramón Pedrouzo, gallego originario de Orense, sufrió el saqueo de su tienda de muebles y electrodomésticos La Popular en días en que la Prensa gubernamental realizaba una campaña contra los muebleros, casi todos españoles, por haberse sumado al cierre patronal convocado por la Cruzada Civilista. Lozano afirma que los españoles no han sido víctimas de esa campaña en razón de su nacionalidad, sino como propietarios de negocios que han respaldado la postura de la oposición.

Lázaro Gago, de Pontevedra, propietario de la principal cadena de supermercados del país, que da empleo a 1.600 trabajadores y a quien se considera poseedor de una fortuna multimillonaria en dólares, siente también la amenaza de alguna acción del Gobierno contra él. Desde hace varias semanas vive fuera de su casa por el temor a represalias de las autoridades, que le han advertido que, si no garantiza una normal distribución de los productos que vende, será expropiado. Gago, que vive en Panamá desde hace casi medio siglo, considera que el Gobierno no puede hacer recaer sobre los supermercados los problemas de falta de liquidez.

Política y negocios

Otro gallego multimillonario con problemas, aunque de signo distinto, es Ildefonso Riande, que llegó a Panamá, con lo puesto, en la oleada migratoria de los años cincuenta y hoy es propietario de tres de los principales hoteles de la capital panameña.

Otros importantes restaurantes, joyerías y almacenes de electrodomésticos están en manos de una colectividad española que forma parte de la elite de la sociedad panameña y constituye la segunda minoría más numerosa del país, después de la china. Por su posición social, la mayor parte de la comunidad española tiene su corazón del lado de la oposición conserva dora, aunque sus negocios hayan crecido fundamentalmente durante los 20 años de régimen militar, en los que, aunque apartados del poder político, los empresarios han tenido vía libre para convertir Panamá en el verdadero El dorado de América.

"Sé que en España jamás podré vivir al nivel que he disfrutado en Panamá", confiesa una murciana, esposa de un reputado dentista panameño, que confía en vender a cualquier precio sus propiedades en este país para regresar a vivir a su tierra, de donde salió hace 25 años y a donde ya ha enviado a sus cuatro hijos. "La sección consular está trabajando horas extraordinarias", dice el embajador Lozano. Los mismos que hace pocos años se esforzaban por conseguir la ciudadanía panameña para disfrutar plenamente de este paraíso financiero, donde miles españoles han vivido como petroleros tejanos, esconden hoy su pasaporte azul del país del Canal para evitar dudas sobre su nacionalidad.

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