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Multa de 1.000 pesetas a los camareros que no sirvieron a clientes negros

El juez de Balaguer, Ernesto Vitaller, ha condenado a los propietarios de los bares Delícies y Cal Joan, de Befivís, y Can Pepito, de, Menarguens, en la provincia de Lérida, a pagar una multa de mil pesetas cada uno, como autores de una falta de vejación injusta contra temporeros negros a los que se negaron a servirles consumiciones. En cambio, el mismo juez ha condenado al joven africano Ousman Jadama a una multa de 4.000 pesetas por amenazas leves contra el propietario de uno de los locales denunciados.Los propietarios de los citados bares fueron denunciados por la Asociación de Africanos de Lérida, que preside Infanso Camara, Neison, por un supuesto comportamiento racista.

En el juicio de faltas, celebrado el pasado miércoles en Bálaguer, el fiscal solicitó una multa de 6.000 pesetas para cada uno de los hosteleros denunciados por una falta de vejación injusta, contemplada en el artículo, 585 del Código Penal.

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