Un cambio que apunta hacia el siglo XXI
La actual etapa de "reforma económica en el socialismo" que atraviesa China puede llegar hasta comienzos del siglo XXI, señala Yu Guangyuan, de 72 años, viceministro de la Comisión de Estado de Ciencia y Tecnología y miembro de la Comisión de Asesores del Comité Central, en declaraciones exclusivas a EL PAÍS. Yu advierte, sin embargo, que no es posible precisar la duración exacta de ese proceso: "China es un país muy grande y muy complicado y hay que verificar en la práctica que todo lo que estamos haciendo conduce, efectivamente, al desarrollo", agrega.Yu corrobora el tono conciliador de los dirigentes chinos. En el moderno edificio que alberga en Pekín a la Academia de Ciencias Sociales, en la que Yu Guangyuan -prolífico autor de tratados de economía y sociología en los años cincuenta- encabeza 18 departamentos, el viceministro define así el proceso que llevó a la actual situación: "En China ha habido dos períodos. En el primero, de 1957 a 1978, estábamos de hecho en la etapa inicial del socialismo, pero no lo sabíamos, no éramos conscientes de ello. En la política se cometieron muchos errores de izquierda y la economía sufrió muchos reveses. En el segundo período se comprendió que estábamos en laetapa inicial y se comenzó a desarrollar la teoría correspondiente".
Yu señala los hitos de ese avance: "En 1978, en la tercera sesión plenaria del XI congreso del partido, el comité central adoptó ese concepto, pero no se tenía muy claro el panorama. En 1981 se usó por primera vez la teoría de la etapa inicial para explicar los problemas concretos. En 1982, Hu Yaobang, entonces secretario general del partido, utilizó por segunda vez el concepto ante el XII congreso. Sin embargo, como no hizo una explicación muy clara de la teoría y no recalcó su importancia, no tuvo mucha repercusión. Se usó de la teoría de la etapa inicial para resolver algunos problemas en el campo de la civilización y la cultura socialistas".
El papel de Hu Yaobang
La mención del nombre de Hu Yaobang, el secretario general derrocado durante la ofensiva conservadora de hace un año, cobra especial relieve. No es un azar que hoy vuelva a situársele entre los impulsores de la línea oficial, tras los trastabilleos de una aguerrida campaña contra "el liberalismo burgués".
Yu ahora explica así la llamada "civilización espiritual socialista": "Se partió de la necesidad de vincular las costumbres sociales con el período histórico. Cuando la realidad no está clara, los ideales y las costumbres sociales no pueden estar claros. En materia de costumbres sociales no se puede exigir a la mayoría de la población lo que se exige a los militantes comunistas.
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