_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Servidumbres

El 8º Festival Internacional de Teatro de Madrid ha vendido unos 8.000 abonos para 60 representaciones; esto significa algo más de 130 personas por representación (más las que han comprado entradas en el momento), cuando la oferta era de 30.000. Los teatros, sin embargo, han estado llenos: muchos invitados oficiales, muchas personas de la profesión teatral o los propios participantes del festival viéndose unos a otros. Y un enjambre de jóvenes, principalmente estudiantes de arte dramático, oficiales o no, que esperaban a la puerta para ser admitidos en los espacios vacíos, y que son los que más color han dado a las representaciones.En un sentido interno del teatro, es un buen resultado, como muestra del interés profesional y del aprendizaje -positivo o negativo- que profesionales o estudiantes puedan adquirir de lo que no tienen muchas posibilidades de ver. En un sentido social, hay una incongruencia entre el esfuerzo realizado -incluso el esfuerzo económico de todos, en las ayudas institucionales- y la espalda de la sociedad en una ciudad que debe tener ya cerca de cuatro millones de habitantes, aunque muchos estén sin contar.

No es un problema de este festival, ni siquiera achacable a su programación: les pasa a otros, y no sólo de teatro, es-pecialmente abandonado por el gran público, sino de cine, de música o de cualquier arte de las que se suponen colectivas.

La cuestión es que no hay una infraestructura pública de cultura, sino de exhibición de cultura, y no la hay de creación de público. No es poco tiempo el que se lleva en esta batalla: aunque sólo se cuente desde que apareció la democracia, son años suficientes para haber creado alguna generación de espectadores.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_