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EL VOLCÁN CENTROAMERICANO

La nueva carta de un jugador póquer

Antonio Caño

El jugador de póquer que es Manuel Antonio Noriega sacó ayer, por sorpresa, una nueva carta de la manga. Falta por conocer cuánto vale. Con su propuesta de renunciar si se abre un diálogo nacional entre todos los partidos políticos, se presenta, a juicio de algunos observadores, la única oportunidad de que Noriega abandone el poder sin traumas ni violencia."La Cruzada Civilista debería aceptar esa oferta y forzar la dimisión de Noriega, por ejemplo una semana después de haberse iniciado un gran consenso nacional", opinaba una importante personalidad política independiente.

La oferta efectuada por el general Noriega permitiría a éste retirarse en las condiciones en que quiere hacerlo: sin abandonar el país, sin producir una ruptura en las fuerzas armadas, ni la caída del régimen y sin plegarse a la opción defendida por la Administración de Estados Unidos y encabezada por el depuesto presidente panameño Eric Arturo Delvalle.

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A cambio, la oposición tiene una oportunidad de conseguir lo que quiere: que Noriega se vaya. El argumento de que la palabra del general no tiene ningún valor es el mismo que se podría utilizar para abortar cualquier posibilidad de diálogo entre fuerzas enfrentadas en cualquier parte del mundo.

La otra opción

La otra posibilidad es la descomposición de Panamá. Noriega ha insistido en público y en privado en que no acepta abandonar el cargo y el país de una forma vergonzosa, rendido ante las presiones de Estados Unidos. Ni su propia disposición personal, ni el nivel que los acontecimientos han alcanzado apuntan a esa salida. "Noriega se ha comprometido con el torrijismo, con una posición nacionalista, ha recibido por eso los apoyos de Cuba y Nicaragua, ha planteado el conflicto como un asunto de dignidad nacional; por tanto ahora sería una indignidad que saliese del país como Marcos o Duvalier", afirma un oficial del Ejército.La consigna es, mientras se pueda, resistir. Esa misma palabra utilizó ayer Manuel Solís y eso es lo que se escucha en medios oficiales.

Descartado el diálogo queda, pues, presión frente a resistencia. El resultado de la pugna se conocerá después de que Panamá esté convertido en un anticipo de Haití, las fuerzas armadas divididas y enfrentadas, los partidos políticos desacreditados y la población hambrienta.

La capital panameña era ayer una ciudad fantasma. Ni un solo comercio estaba abierto y los autobuses circulaban vacíos.

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