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Tribuna:CINCUENTENARIO DE UN POETA
Tribuna
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Recuerdo, parcial, de D'Annunzio

Estamos asistiendo, y participando, a una continua conmemoración de escritores con ocasión de cumplirse centenario, cincuentenario y hasta cuarto de siglo de los respectivos nacimiento o muerte. Cuando no vienen las laudes conmemorativas aplicadas a la publicación de una obra sobresaliente. La creciente apertura hasta otros horizontes literarios gracias a la proliferación de traducciones y el mayor número de lectores en distintas lenguas nos brinda un ancho campo de comparaciones a nuestra estimativa literaria: en qué actividad humana, ¿no? Un factor externo a las obras que viene influyendo en su recepción más o menos favorable entre los lectores suele resultar condicionada por la coyuntura ocasional. Que haya escritores cuya obra se mantiene sin ser afectada en detrimento por las circunstancias parece perfecta mente admisible: son los clásicos en el sentido más noble y amplio del término, aunque no sin discrepancias. Toda esta sumaria exposición me viene a cuenta de la actualidad que haya cabido a D'Annunzio y su obra, justo al cumplir se los 50 años de su muerte ¿Cuántos han escrito algo sobre el prolífico escritor antes del cincuentenario, qué libros se venden, se leen o aparecen siquiera en las librerías? Excepción merecida, la de nuestros profesores italianistas. Sin más comprobaciones que superen el grado de hipótesis impresionistas, valga como propuesta personal la de que d'Annunzio reposaba con su obra en el limbo de los preteridos.La literatura posterior al gran momento del italiano, tanto en su patria como en el ámbito de lo que llamamos cultura occidental, ha ido relegando a segundo plano una obra que tuvo brillo fulgurante, promoviendo lo que hubo de llamarse d'annunzismo, tanto en su país como más allá de sus fronteras, en Europa especialmente. Hubo, sin duda, motivos que no surgieron de un criterio estrictamente literario en su propia patria: tengo a la vista un volumen publicado por Mondadori (Milán, 1940), Italia nuova, don de se acoge una selección de textos, propuestos como ejempla res, de Carducci, Pascoli, d'Annunzio... y Mussolini, del que vemos un poema traducido, en sayos de filosofía y sus discursos género en el que dejó marca de sobriedad y comunicación, sin entrar en sus ideas. En otro texto, ahora para escolares de enseñanza media, la antología poética moderna se cifra en Carducci, Pascoli y D'Annunzio, con toda legitimidad (Nazichelli, Bolonia 1934). Todavía en 1947, y desde perspectiva remota en espacio y mente, veo que se/dedica más espacio al italiano que a Dostoievski; así, en A dictionary of modern european literature (Oxford University Press).¿Cuánto no se ha ido con el viento? Nuestro Baroja, don Pío, no le tuvo simpatía, naturalmente, esto es cuestión de naturaleza, y le reprochaba el haberse cambiado el apellido paterno, Rapagnetta, de sonido poco o nada brillante, si no lindando con lo grotesco, para adoptar el sabido, con el Gabriele antepuesto para más solemnidad. Pero parece que no hubo tal, pues el apellido lo recibió y consta en el bautismo, porque su padre, un Rapagnetta, había sido adoptado por parientes del apellido ya familiar. Es un detalle minúsculo, pero no insignificante cuando se trata de un hombre público.

Dejando al que fue ciudadano hondamente comprometido a la admiración y desdén partidistas, lo que no puede negársele en el campo literario es una extraordinaria fecundidad y con voz muy personal, tanto en lírica como en dramaturgia, novela y ensayo, desde mucho antes que Marinetti lanzara su Manifesto, con el que coincidió, superándolo hasta los últimos acentos posvanguardistas. La exaltación de la belleza e historia de su Italia, con un trasfondo clásico muy presente, junto a una sensualidad y un instrumento expresivo de cuño propio y fecunda inventiva idiomática, he aquí las notas que parecen más peculiares y de mayor vigencia. Ya en 1909 apareció un libro, autor Gonzalo Zaldumbide, La evolución de Gábriel d´Annunzio (París, R. Roger y F. Chernoviz Editores), escrito en correcto castellano, salvo erratas esperables. Excelente puesta al día de una obra en marcha que todavía me vale. Libro raro, que tengo a la vista y que puede valer para la historia de una estimativa.

Un texto inédito

Sería impropio presentar un resumen de obra tan varia y extensa; pero hay un libro que no suele citarse, el texto que el autor dejó manuscrito e inédito (1908-1915) y que no vio la luz hasta un año después de su muerte, el 23 de marzo de 1939, en edición al cuidado de Jolanda de Blasi, que escribe la Premessa (Sansoni, Vittoriale degli italiani). Hubo cuatro ediciones hasta 1941. El título, en un latín elemental, resulta intraducible o se desvanece la ceñida concisión del original: el que escribe ahora, sólo, es el enamorado cuya amada está en un sanatorio, demente, en otra soledad inaccesible. Una aventura amorosa apasionada, frustrado el logro pleno por el insalvable aislamiento que sólo halla algún alivio en la escritura no comunicada. Gabri, ahora se firma así, escribe día a día a su "Giusini dolce", que no le va a leer. Poesía y verdad, en lo que suele denominarse contaminatio, han dado una prosa emotiva de comunicativa belleza. El que fuera por la fama superior al héroe de las mille e tre nos ha legado un testimonio amoroso impar. ¿Por qué no traducirlo?

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