La Administración argentina pide a Telefónica que participe en la privatización de la empresa nacional Entel

El Ministerio de Obras y Servios Públicos (MOPS) de Argentina ha enviado a la Compañía telefónica Nacional de España una carta de intenciones, en la que se ofrece la disolución de la actual Empresa Nacional de Tecomunicaciones (Entel) argentina y crear una nueva sociedad, que podrá tener hasta un 40%, de capital extranjero con participaron prioritaria de la empresa española.Según el texto de la carta de intenciones, Telefónica "aportará 750 millones de dólares (unos 86.250 millones de pesetas) en la nueva empresa a constituirse. Dicho aporte se efecturá del siguiente modo: 500 millones de dolares (57.500 millones de peses) en efectivo y 250 millones de dares (28.750 millones de peses) conforme al sistema de capilización de la deuda argentina que es poseída por bancos españoles".

El grupo empresarial extranjero, encabezado por Telefónica, estaría formado además por Teletra de Italia, Techint, Citibank y Chase Manhattan Bank, que pasarían a detentar el 40% del capital de la nueva sociedad de telecomunicaciones, que deberá fundarse. Ahora Entel no tiene la forma jurídica de sociedad, sino de organismo administrativo con un funcionamiento al que la opinión pública y los usuarios no vacilan en calificar con adjetivos que van de "pésimo" a "tercermundista". Desde el día 1 de marzo, el precio del servicio telefónico aumentó en Argentina un 31%.

Fiebre privatizadora

La intención de cambiar la forma jurídica de Entel encaja dentro de la política del actual Gobierno radical de privatizar empresas y entes públicos, para tratar de conseguir una mayor rentabilidad y eficacia en los servicios. Recientemente se decidió que la empresa Aerolíneas Argentinas tenga una participación de capital de la sociedad escandinava SAS. La nueva forma de sociedad que se proyecta para Entel prevé que un 51% del capital quede en manos del Estado argentino, 40% sería capital extranjero y el 9% restante se entregaría a los "empleados y trabajadores según un sistema a establecer". Este 9% parece destinado a acallar las protestas de los sindicatos que se oponen a la privatización de Entel.

La carta de intenciones establece que Telefónica "brindará todo el soporte tecnológico a la nueva empresa. Dicho soporte incluirá aspectos técnicos, operacionales, comerciales, administrativos y de cualquier otro tipo que sirvan para su mejor funcionamiento". Además, Telefónica "dará soporte gerencial a la nueva empresa en la medida que ésta lo requiera para su mejor funcionamiento y para dar cumplimiento al plan estratégico de la compañía".

El convenio o contrato pera crear la nueva sociedad deberá ser aprobado por los Gobiernos de España y Argentina. La carta de intención "tendrá una vigencia de 120 días desde su firma. Al cabo de este término deberá estar elaborado el proyecto definitivo". La vigencia de la carta podrá ser ampliada de mutuo acuerdo de las partes. Llama la atención que, al lado de la carta de intención dirigida a Telefónica, el diario Ambito Financiero de Buenos Aires publicó ayer el texto de otra propuesta al ministro del MOPS, Rodolfo Terragno, con fecha, del pasado 26 de febrero, para la privatización de Entel. Se trata de una oferta de un grupo de sociedades de la República Federal de Alemania, bancos alemanes y de Estados Unidos, entre las que destacan Siemens, Deutsche Bank, Standard Electric y Morgan Guaranty.

La lectura de ambas cartas en las páginas centrales de Ámbito Financiero producen la impresión de que se trata de una filtración interesada en mostrar que el Gobierno argentino tiene varias opciones y que Telefónica debe apresurarse a responder en ese plazo de 1.20 días, porque existen otras vías para Entel.