Concesión a la Alianza y a la UEO

La imagen inicial con que España se ha presentado en la cumbre de Bruselas ha sido-claramente alineada con el grupo de países que, como la República Federal de Alemania o Noruega, se han mostrado más proclives a lograr mayores avances en las inícíatívas de desarme y distensión. Sin embargo, la referencia de Felipe González en el sentido de que el Gobierno español no aboga por la desnucleariz ación es interpretada, de un lado, como una concesión a los países más potentes de1a OTAN -entre ellos Francia, con el que las relaciones en el área de la defensa son "inmejorables", en palabras de un miembro de la embajada española en la OTAN- y, de otro, como un gesto de acercamiento a la Unión Europea Occidental (UEO), organización en la que España aspira a integrarse.En noviembre de 1986, y dentro de una reunión de ministros de Defensa de la OTAN, España aceptó la doctrina política aliada de empleo del arma nuclear, lo que supuso un paso fundamental en la actitud de Madrid en la Alianza. Ahora, la declaración de que España no aboga por la desnuclearización implica la decidida actitud del Gobierno de limar y suprimir aspectos que, en los últimos años, han hecho que el resto de los aliados hayan mirado a España como un país no plenamente fiel.

No obstante, uno de los asesores de González precisó que los nuevos gestos españoles en el área de la seguridad europea no pueden interpretarse como una dejación de la posición oficial en el terreno nuclear. En este sentido, aseguré que el Gobierno español fue uno de los que, durante los contactos habidos las pasadas semanas entre las delegaciones aliadas, se opuso a que en el comunicado final de la cumbre figurara la afirmación de que el arma nuclear ha constituido "la garantía de la paz" en los últimos decenios.