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Del 'cobayismo humano' al robo de clientes

El Ministerio de Sanidad carecía ayer de datos sobre denuncias o sanciones por prácticas de cobayismo humano (experimentación con pacientes) realizadas por médicos en España, asunto que ha cobrado vigencia tras la suspensión en sus funciones en Francia del doctor Alain Milhaud. Éste ha reconocido ser autor de experiencias con enfermos terminales, que no fueron consultados, actos que ha defendido en aras del progreso científico.

Sin embargo, portavoces sanitarios españoles reiteraron ayer la doctrina legal vigente en este punto: la experimentación debe realizarse bajo control administrativo y científico e, ineludiblemente, con el consentimiento del paciente. Y recordaron que productos contra el SIDA o la píldora abortiva han sido experímentadas en España por personas que no veían, o no deseaban, otra fórmula.

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Por su parte, el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Ricardo Ferré, mostró ayer el más enérgico rechazo hacia los "espontáneos de la experimentación que se creen ilumínados con la verdad divina", y aludió a los requisitos que establece la legislación española.

En la OMC, por otro lado, citan el caso -los datos de otro han desaparecido- de un médico de Castellón que fue suspendido en 1985 en el ejercicio profesional durante 23 meses por cobayismo humano. Este facultativo, según el expediente sancionador, utilizó con pacientes con tumores precoces "medicamentos no suficientemente probados ni aprobados por Farmacia". De añadidura, aseguraba a los pacientes "eficacias no probadas", les creaba "falsas expectativas" y no les administraba fármacos existentes en el mercado. En suma, tres faltas graves.

Casos dispares

Aunque a la Comisión Deontológica de la OMC sólo llega una mínima parte de las denuncias existentes en el terreno ético, que en su mayoría se dirimen en los respectivos colegios, nueve médicos fueron condenados en 1987. Lo dispar de los casos da idea de lo amplio del campo ético. Un médico de Melilla fue suspendído nueve meses por zarandear a un colega que se negaba a entregarle unas radiografías.A un facultativo de Granada le cayeron 15 días de suspensión por robar clientes a otro facultativo. Un médico alicantino tuvo que retirar un rótulo de su consultorio según el cual era especialista en aparato digestivo, lo que no era cierto. Un facultativo de Cantabria sufrió un mes de suspensión por no realizar las pruebas debidas para averiguar si un paciente sufría o no obstrucción intestinal, dolencia que le fue descubierta al ser atendido en urgencias. Y un médico balear fue amonestado por "hacer la vida imposible" a un colega.

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