Optimismo marroquí ante un rápido acuerdo en el tratado de pesca con la Comunidad Europea

La negociación entre la Comunidad Europea (CE) y Marruecos se reanuda hoy en la capital belga y tiene visos de acabar esta misma semana con el retorno de los 700 pesqueros españoles a las aguas marroquíes, de las. que fueron expulsados hace un mes y tres semanas, según fuentes diplomáticas no españolas. Las perspectivas de conclusión de un acuerdo son tan rápidas que el secretario de Estado marroquí para las relaciones con la CE, Mohamed Sekat, que Negó ayer a Bruselas, donde cenó con su homólogo español, Pedro Solbes, ha convocado una conferencia de prensa para mañana, en la que tiene la intención de dar cuenta del feliz resultado.

Tres visitas informales sucesivas del director comunitario de Pesca, Raymond Simonet, a Rabat han permitido allanar el camino gracias, fundamentalmente, a las concesiones comunitarias en materia de reducción de capturas sobre todo en cefalópodos, la pesca más rentable.El emisario comunitarIo también se mostró proclive a aumentar el precio del acuerdo hasta rebasar los 11.000 millones de pesetas anuales y, por último, a mejorar las condiciones de acceso a la CE para las sardinas marroquíes.

Estas concesiones fueron, a grandes rasgos, avaladas por los ministros consejeros de las embajadas de los doce ante la CE en la reunión extraordinaria y restringida que celebraron el lunes por la tarde en Bruselas.

Pero antes, incluso, de que se celebrase esta reunión que dio la luz verde a la recta final de la negociación, que se inicia esta tarde, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Abdelatif Filali, se mostró satisfecho por la flexibilidad demostrada por sus interlocutores.

Satisfacción marroquí

Ante periodistas marroquíes, a los que recibió, Filali anunció la "inminencia de un acuerdo muy provechoso para Marruecos" porque daba satisfacción a sus principales revindicaciones consistentes, según dijo en substancia, en que sea respetada la soberanía del reino sobre sus aguas, incluidas las del Sáhara, el otorgar la prioridad para la flota marroquí en sus caladeros y, por último, en una disminución lineal y progresiva del número de capturas.

Este último punto, el más importante en la práctica, figuraba recogido en el anterior acuerdo pesquero hispano-marroquí, pero la CE se había negado a tomarlo en consideración porque pensaba que la reducción de capturas sólo debía aceptarse si estaban en peligro los recursos piscícolas.

Filali reveló también que la negociación a punto de ser reanudada sería esta vez global, porque al tema pesquero se añadirían los llamados protocolos comercial y financiero con el que la CE pretende atenuar las consecuencias para el reino alauita de su ampliación a España y Portugal, pero que Rabat se ha negado hasta ahora a firmar por considerarlos poco generosos.

El carácter global de la negociación será, sin embargo, meramente formal porque, según precisaron fuentes comunitarias, la Comisión Europea no puede, por ejemplo, ir más allá de los 45.300 millones de pesetas ofrecidos a Marruecos para los próximos cinco años.