Belgrado interviene
El Gobierno yugoslavo cambió ayer su postura oficial respecto al caso Waldheim al anunciar que no lo considera un asunto interno austriaco y que ha ordenado investigaciones al respecto.Hasta ahora, Belgrado había mantenido un absoluto silencio en relación con las actividades de Kurt Waldheim en territorio yugoslavo durante la II Guerra Mundial.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Alexander Stanic, declaró ayer que Yugoslavia ha evitado todo contacto con Waldheim, desde que surgieron las acusaciones contra éste.
"El pasado del teniente Kurt Waldheim en Yugoslavia no es sólo un asunto interno de Austria", señaló Stanic.
Por otra parte, toda la Prensa yugoslava publicó ayer, sin comentario alguno, una información de la agencia oficial según la cual un grupo de expertos yugoslavos ha Regado a la conclusión de que el telegrama publicado por el semanario Der Spiegel, que implica a Waldheim en la deportación de más de 4.000 civiles, es una falsificación.
Yugoslavia confirma así informaciones anunciadas por el semanario Stern, basadas en un peritaje de la policía alemana occidental.
La Fiscalía General de Belgrado ha abierto investigaciones para localizar a los autores de la falsificación, cuyo objetivo, según rumores que circulan en Belgrado, no era en sí incrementar el rechazo internacional a Kurt Waldheim, sino desprestigiar al presidente yugoslavo Tito, fallecido hace ocho años.
Estos rumores refuerzan la impresión de que diversas facciones de la Liga de Comunistas de Yugoslavia están utilizando el caso Waldheim en su lucha interna de poder.
Tito había condecorado en varias ocasiones a Kurt Waldheim, pese a que Belgrado disponía desde el fin de la guerra de informaciones sobre la actuación de éste en territorio yugoslavo.
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