Las proteínas del haba de soja, causa oficial de los brotes de asma en Barcelona

Las proteínas del haba de soja son la causa de las epidemias de asma registradas en Barcelona desde 1981, según los investigadores. Esta leguminosa era descargada en unos silos del puerto que carecían de filtros para controlar la emisión a la atmósfera del polvo que se producía durante esa operación.El Grupo de Colaboración del Asma de Barcelona, creado en 1984 para estudiar el origen de estas epidemias, hizo público ayer el resultado de sus investigaciones, que han permitido identificar otros 10 brotes asmáticos que no habían sido detectados con anterioridad. El número total de brotes, que causaron la muerte a 21 personas, asciende a 26. Los investigadores subrayaron que ese tipo de asma era hasta la fecha inédito e indicaron que no hay constancia, por el momento, de que los brotes registrados en Cartagena durante el pasado mes de octubre fueran causados también por las proteínas del haba de soja.

Los investigadores han realizado cinco pruebas, dos de ellas biomédicas: el test de broncoprovocación (inhalación de polvo de haba de soja) y un rast sobre la sangre (reacción frente a un preparado alérgeno de soja pura). La primera de estas pruebas, practicada sobre dos asmáticos epidémicos, dio positivo. La segunda, efectuada sobre 84 parejas de asmáticos epidémicos y no epidémicos, dio positivo en un 84% en el primero de los casos y en un 5% en el segundo.

El estudio de los filtros de aire ha demostrado también que durante los días que se registraron las dos últimas epidemias, los pasados 4 y 7 de septiembre, los filtros presentaban un importante volumen de alimidón y de restos vegetales, idénticos a los recogidos en el buque Argus Traveller. Este barco descargaba el haba de soja en los silos de la Estación Receptora de Granos y Semillas (Ergransa), situados en el puerto, cuando se registraron los dos últimos brotes. Esta empresa ha instalado ahora filtros para controlar la emisión de partículas a la atmósfera, que era de 1.000 microgramos por metro cúbico y actualmente oscila entre los 15 y los 18, según señaló Joan Clos, responsable del Área de Sanidad del Ayuntamiento de Barcelona.