_
_
_
_
_

Cuatro ministros y dos secretarios de Estado

Cuatro ministros -de Economía, Cultura, Obras Públicas y Agricultura- y dos secretarios de Estado, además de gran número de funcionarios y empresarios, estuvieron presentes ayer en la conferencia de prensa conjunta que Raúl Alfonsín y Felipe González ofrecieron al término de la firma del acta que establece las bases del Tratado General de Cooperación y Amistad entre España y Argentina. La presencia de los ministros españoles -el de Exteriores, Francisco Fernández Ordoñez, se encontraba asistiendo al cónclave europeo en Bruselas subrayaba una diferencia más entre la "visita oficial de trabajo" de Alfonsín y la que, con idéntico carácter, realizó a España tres días antes el presidente nicaragüense, Daniel Ortega. Alfonsín, que hoy a mediodía emprende vuelo de regreso a Buenos Aires, ha estado en todo momento rodeado de un discreto protocolo, cuya ausencia se hizo notar con Ortega. Anoche el presidente argentino ofreció en el palacio de El Pardo una recepción a la que asistieron representantes de todas las instituciones. También asistió la ex presidenta argentina Isabel Perón, quien no quiso hacer declaraciones políticas y se acercó a saludar a Alfonsín y a Felipe González, con quienes mantuvo un diálogo durante varios minutos.

Más información
Felipe González anuncia la intencion del Gobierno de ampliar la colaboración economica con Latinoamerica

Frente a las diferencias, los fallos informativos han estado, como en la visita del presidente nicaragüense, presentes a lo largo de toda una estancia que también fue oficialmente reconocida como "organizada algo precipitadamente". La desidia mostrada por los funcionarios argentinos a la hora de informar a los periodistas españoles se completó con hechos como la exclusión de estos informadores de la recepción oficial, por entenderse que el acto carecía "de valor noticioso", según explicó la encargada de prensa de la embajada argentina en Madrid. Los contactos en busca de información, tanto en la embajada como en la oficina del portavoz del Gobierno, resultaron prácticamente infructuosos durante la mayor parte del fin de semana -habitualmente, el teléfono de la centralita de la Moncloa no responde desde la noche del viernes hasta la mañana del lunes-, la concesión de entrevistas fue arbitraria y hasta el encuentro que mantuvo Alfonsín con los directores de los principales medios informativos nacionales fue fruto de organización ajena a la representación diplomática argentina.

Por otro lado, los contactos informativos con la numerosa delegación que llegó a Madrid se dificultaron hasta la saciedad. No resulta extraño, por tanto, que el protagonismo en muchos casos correspondiese a los dos representantes de la oposición peronista que se integraban en la comitiva, que sí buscaron el encuentro con la prensa, mientras la información oficial brillaba por su ausencia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_