España acepta un papel de control en el proceso de paz centroamericano

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que llegó ayer a Madrid, ha conseguido en su primer día de entrevistas con las autoridades españolas que el Gobierno se comprometa a participar en el proceso de verificación de los acuerdos de paz para Centroamérica. Así lo informaron ayer fuentes gubernamentales, al término de las reuniones que el líder nicaragüense mantuvo con el presidente del Ejecutivo español, Felipe González, y el vicepresidente, Alfonso Guerra. Las mismas fuentes explicaron que el compromiso conlleva ciertas "condiciones".

Daniel Ortega no recibió a su llegada al aeropuerto madrileño honores de jefe de Estado. La explicación oficial es que se trata de una visita "de trabajo". Sin embargo, otras fuentes gubernamentales admitieron privadamente que "algunos recelos" suscitados por la un tanto imprevista visita aconsejaron "bajar el tono" de la recepción oficial. El presidente de Nicaragua fue recibido al pie del avión por el portavoz y ministro de Cultura, Javier Solana.La visita de Daniel Ortega tiene como fin primordial conseguir la mediación española, y no obtener soluciones a los problemas económicos nicaragüenses. En una entrevista concedida a este periódico, Ortega afirma que "España sigue siendo un buen vehículo de comunicación con Estados Unidos". Precisamente ayer, el presidente de EE UU, Ronald Reagan, pidió en su último discurso del estado de la Unión que Estados Unidos apoye, "por la libertad mundial", a la contra nicaragüense y a los rebeldes en Afganistán. Reagan enviará hoy al Congreso norteamericano una petición reducida de ayuda a los contra para los próximos cuatro meses. Solicitará 32 millones de dólares en ayuda humanitaria y 3,6 millones para armamento. La parte militar será congelada, sin utilizarse, a la espera de ver si se produce un alto el fuego.

Por otra parte, el Gobierno nicaragüense indicó ayer que cree que en el avión de suministro a la contra abatido se encontraban ciudadanos norteamericanos, aunque no podía confirmarlo "categóricamente", dado que los cuerpos de las víctimas estaban carbonizados.

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