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Safisfacción de Tel Aviv por el acercamiento con la URSS

La decisión de la Unión Soviética de permitir el envío a Moscú de una misión consular israelí es suficientemente reveladora de la nueva diplomacia soviética. Nadie esperaba que la URSS, que posee una misión análoga en Israel desde hace un año, aceptara tan rápidamente el principio de reciprocidad reclamado por el Gobierno israelí precisamente en este momento.Un gesto de esta naturaleza, en momentos en que el Ejército israelí desarrolla la represión contra los palestinos, no dejará de ser interpretado negativamente por el mundo árabe. Si el régimen encabezado por Mijail Gorbachov decide dar este paso es por razones complementarias, ya que Moscú busca una postura que le permita influenciar mejor en la política israelí. Casi abiertamente, la URSS considera hoy un error la ruptura de relaciones de 1967.

Etapa por recorrer

Sin embargo, no es aún cuestión de reanudar plenamente esas relaciones, como recordó ayer Guenadi Guerasimov, portavoz de Exteriores de la URSS, en una entrevista con la radio israelí. Un intercambio de embajadores no será posible sin la apertura de un proceso político en el seno de una conferencia interna cional sobre Oriente Próximo con participación soviética, y sin que haya progresos notables en el arreglo del conflicto árabe-is raelí. Hay muchas etapas aún por recorrer para la reanudación de las relaciones diplomáticas. El intercambio de misiones consu lares es sólo una etapa en ese proceso.

Otra razón para el paso de acercamiento a Israel dado por Moscú es el deseo de reforzar la posición de Simón Peres, considerado un hombre de Estado clave para mover a Israel hacia una conferencia internacional de paz sobre Oriente Próximo. Fue un enviado especial de Peres, Nimrod Novik, quien pudo anunciar la partida de la misión diplomática israelí a Moscú, después de entrevistarse durante ocho horas en Helsinki con el subjefe del departamento de Oriente Próximo del Ministerio de Exteriores soviético, VIadimir Terrasov. Aunque el primer ministro, Isaac Shamir, se haya felicitado públicamente de la decisión soviética, se trata de una victoria del líder laborista y ministro de Exteriores, Simón Peres.

Asmismo, la llegada a Israel porcedente de la URSS del célebre emigrante judío Joseph Begun y de su familia, forma parte de un gesto de buena voluntad de Moscú ante la opinión de Israel y también de Estados Unidos. En el curso del año pasado, al menos ocho veces más judíos rusos que en 1986 pudieron dejar la URSS. Sólo la cuarta parte de estos 8.000 emigrantes ha elegido ir a vivir a Israel.

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