Juristas españoles califican de salvajes las acciones judiciales israelíes
A. C., La comisión de juristas españoles que ha visitado los territorios de Gaza y Cisjordania calificó ayer de "salvajes y llenas de quiebras jurídicas" las prácticas judiciales desarrolladas por las autoridades israelíes contra la población palestina.
La visita de la comisión -integrada por José María Mena, Juan María Bandrés, Marc Palmés, Juan Alberto Belloch y Javier Nart- ha sido criticada, por su falta de objetividad, por la Embajada israelí en Madrid y la Asociación de Amistad España-Israel. "A la vista de lo que hemos podido ver y oír podemos afirmar sin sombra de duda que estamos escandalizados por la situación de aquella zona, e invitamos a un debate público sobre el tema al embajador israelí en Madrid", afirmó Bandrés.
"Un juez militar israelí admitió haber condenado a niños de 14 y 15 años a la cárcel por haber tirado piedras contra los vehículos militares. Hechos como éste hablan por sí mismos", señaló José María Mena.
Palmés describió la visita a una cárcel de Gaza: "Un bloque de piedra ante el que estaban plantadas tres tiendas; durante la espera, de hora y media y bajo una lluvia torrencial, ante la barrera de control, nos enteramos de que en el edificio habitan los militares israelíes y que los detenidos, de 12 a 18 años de edad, se hallan hacinados en las tiendas: 150 en cada una".
Los juristas denunciaron los métodos judiciales israelíes; entre ellos, la práctica de los encarcelamientos sustitutorios -por los que los padres de niños condenados son enviados a cumplir las penas en su lugar-; la de las pruebas secretas -por la que el fiscal puede utilizar para su acusación elementos de los que sólo tienen conocimiento él y el magistrado, y se mantienen ocultos a la defensa-; la de no dejar que los abogados hablen con sus clientes hasta el momento del juicio, o el informe Landau, que admite la legitimidad de "realizar ligeras presiones físicas" sobre los detenidos.
"En lugar de las esposas tradicionales, muchos de ellos llevaban precintos de plástico que no les permiten separar entre ellas ni un milímetro las dos muñecas", relata Javier Nart. "Algunos llevaban 24 horas en estas condiciones y tenían las manos hinchadas y turnefactas; este hecho supera ya cualquier baremo de presión ligera", añade.
"Durante nuestra visita por las cárceles y los cuarteles que sirven de salas judiciales pudimos ver a muchos palestinos que vagaban por ahí para tener noticias de sus parientes detenidos. En una de ellas vimos cómo llevaban a ser juzgado a un joven que había sido herido, al parecer, por los malos tratos de sus guardianes", relata Belloch. "Al ser sacado de la ambulancia, otro hombre le gritó en árabe: '¡Tu hermana ha tenido un hijo!".
La comisión tiene previsto elaborar con estos datos un informe que presentará ante varias organizaciones de carácter jurídico, el Congreso de los Diputados, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la ONU.
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