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El Gobierno, de la RFA censura la política represiva de Strauss sobre el SIDA

El I Congreso sobre el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) de la República Federal de Alemania comenzó ayer en Múnich con una clara advertencia de la ministra federal de Sanidad, Rita Süssmuth, contra las tentaciones de combatir la enfermedad con una política de represión y confinamiento de los enfermos. En Baviera ha habido médicos que han solicitado el internamiento forzoso de todos los enfermos o incluso tatuarles una señal que los delate como portadores del virus.

La ministra democristiana acudió a Múnich, la capital de Baviera, el Estado donde se aplican ya las medidas más represivas contra los portadores del virus HIV, para abogar por una política de_divulgación y llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva para frenar la expansión de la enfermedad y evitar medidas contraproducentes por causar terror entre los posibles afectados.

En la RFA se ha dado desde 1982 un total de 1.662 casos de enfermos del SIDA, y 15.000 portadores del virus HIV están registrados como tales. Fuentes de la dirección del congreso calificaron estas cifras de "sorprendentemente bajas".

En Baviera ya han sido condenadas a penas de cárcel dos personas, un soldado norteamericano y una prostituta, por tener contactos sexuales desprotegidos sabiendo que eran portadores del virus. Para aplicar estas medidas, calificadas por amplios sectores de la opinión pública de la RFA como "inhumanas e implacables", el Gobierno de Baviera, presidido por Franz-Josef Strauss, ha contratado al experto sueco en SIDA Michael Koch, partidario de la reclusión forzosa de aquellos enfermos que se consideren un riesgo para la salud pública.

Los contrarios a estas medidas de represión, tales como el registro obligatorio, ya vigente en Baviera, el internamiento forzoso y la imposición de códigos de conducta a los enfermos, señalan que tales regulaciones tienen un efecto contraproducente. Aluden al hecho de que el SIDA no es una enfermedad contagiosa por contacto superficial, como podría ser la peste. Las medidas de represión aplicadas ya por Baviera han provocado un descenso rápido de los exámenes voluntarios, ya que aquellos que sospechan ser portadores del virus temen represalias profesionales y sociales.

397 muertes en España

Un total de 397 personas han fallecido en España como consecuencia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) de los 789 casos confirmados a 31 de diciembre de 1987, según fuentes del Ministerio de Sanidad. En el último trimestre del año, el número de casos de SIDA aumentó en 165, y el número de fallecimientos se incrementó en 75. Hasta el momento, 21 niños han muerto por el SIDA. En 1987, el número de casos fue de 317, de los que 92 son defunciones.

Las fuentes consultadas informaron que la velocidad con que aumenta el número de defunciones por SIDA (al comparar los años 1987 con 1986) ha sido menor debido, principalmente, a que se detecta antes la enfermedad, porque son cada vez más las personas que se someten a las pruebas del SIDA. En 1986 hube 168 fallecimientos por SIDA.

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