Editores y autores crean la primera sociedad de gestión de derechos de autor

Más de 70 editoriales y un número indeterminado de autores, en su mayoría de textos tecnicos y científicos, decidieron el pasado limes en Madrid la transformación de la sociedad Cedro (Centro de Derechos Reprográficos) en una sociedad de gestión de derechos de autor, al amparo de lo establecido en la ley de Propiedad Intelectual, recientemente aprobada por el Parlamento. La sociedad gestionará prioritariamente los derechos derivados de fotocopias y bases de datos. La decisión se tomo tras una asamblea de la entidad celebrada en Madrid como continuación de las habidas en días anteriores en Bilbao y Barcelona. En las mismas sesiones se eligió la junta directiva de la nueva sociedad.

La asamblea general ele la sociedad Cedro, en la que se tomó la decisión de adaptar sus estatutos para transformarse en sociedad de gestión, tras la entrada en vigor de la ley de Propiedad Intelectual que abría la posibilidad para la existencia de este tipo de entidades, se celebró el pasado lunes en Madrid. Sin embargo, actos idénticos se habían celebrado en los días interiores en Barcelona y Bilbao, como prueba de que el ámbito estatal que la ley exige a estas asociaciones no excluye su voluntad de organización descentralizada.Actualmente, forman la entidad un número no precisado de autores y un total de 74 editoriales: 33 empresas tienen su sede en Cataluña; 10 en Euskadi y el resto en otras comunidades autónomas, con un claro predominio de las afincadas en Madrid.

Cedro fue creada el pasado mes de junio e inscrita en el registro general de asociaciones del Ministerio del Interior, ante la imposibilidad legal de constituirse entonces como sociedad de gestión. Con todo, en sus estatutos se explicitaba la voluntad de transformarse una vez se produjera el cambio en el marco legal, lo que se ha producido ahora.

Elección de la junta

Las asambleas de Barcelona, Bilbao y Madrid han servido para aprobar la modificación estatutaria, con vistas a su aprobación por el Ministerio de Cultura, lo que es preceptivo para poder actuar, según establece la ley de Propiedad Intelectual, y para elegir la junta directiva de la entidad. Como presidente ha resultado elegido Eric Ruiz, de la editorial Alhambra, mientras que el vicepresidente es un autor: Adolfo Negro. Eric Ruiz figura como uno de los miembros fundadores de Cedro, junto a Pere Vicens, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, y Fermín Vargas, vinculado al grupo Anaya.Las distintas vocalías han sido distribuidas entres autores y editores. Entre otros, son vocales de la entidad Ambrosio Ochoa, del grupo Timón; Ezequiel Méndez, del grupo Alianza; Pedro de la Rosa, del grupo Salvat; Joan Carreras, de la Fundació Gran Enciclopèdia Catalana; Andreu Teixidor, de la editorial Destino; Josep María Boixareu, de Marcombo; Lorenzo Portillo, de Durvan, y Fermín Vargas. Fernando Gómez y José Luis Negro son vocales como autores.

La asamblea aprobó también el presupuesto y las líneas generales de actuación de la sociedad durante el año 1988.

Las actuaciones de Cedro se orientarán prioritariamente a la defensa de los derechos de autores y editores en lo relacionado con dos ámbitos específicos: la reproducción de obras por sistema de fotocopias y los derechos de las bases de datos para ordenador.

Según los estatutos, la asociación tiene los siguientes fines: "La divulgación de los principios jurídicos que aseguren la protección de los intereses morales y patrimoniales de los autores, de los editores y demás derechohabientes de aquellos en matera de reprografía y de bases de datos de ordenador". Para ello, la sociedad coordinará las actuaciones contra terceros, cuando sea necesario. Los estatutos establecen la creación de la entidad de gestión colectiva para "el derecho exclusivo de reproducción de cualquier clase de obras, ya por fotocopiado u otro procedimiento análogo, ya por vía de inclusión en una base de datos o de recuperación (mediante su fijación material) utilizando la misma, ya por la confección de copias de dichas bases para su distribución al público; el derecho exclusivo de distribución de copias de esas bases que hayan incorporado obras protegidas; el derecho exclusivo de comunicación pública por sistemas de telecomunicación u otro procedimiento de acceso público de las obras incluidas en las repetidas bases, y cualquier derecho de remuneración que tenga por causa alguna de las utilizaciones mencionadas".

La mayoría de los autores actualmente inscritos como miembros de Cedro ha escrito y publicado obras de carácter técnico y científico, que son las más afectadas, por el momento, por la reproducción ¡legal a través de fotocopias. Sin embargo, un portavoz de la sociedad afirmó que no se trata de excluir a los autores de otro tipo de obras, fundamentalmente de creación. De hecho, según la misma fuente, hay conversaciones con las diversas asociaciones de escritores españolas y las relaciones son buenas. La inscripición de los autores literarios en la asociación, individualmente o en bloque, no representaría ningún problema.

Fotocopias

Según diversos editores especializados en la publicación de libros científico-técnicos, destinados prioritariamente al público universitario, el número de títulos de este género impresos en España ha disminuido notablemente en los últimos años a consecuencia de la reproducción masiva de estas obras a través de fotocopiadoras privadas o, en algunos casos, vinculadas a universidades.Hasta el momento, la única sociedad que gestionaba derechos de autor era la Sociedad General de Autores de España (SGAE), aunque la mayoría de escritores y editores la consideraba inadecuada para defender sus intereses. Entre músicos y autores de teatro la satisfacción por su funcionamiento era mayor. Algunos juristas, sin embargo, consideraban que la SGAE era anticonstitucional en la medida en que ostentaba un monopolio asociativo contradictorio con el derecho a la pluralidad consagrado por la legalidad vigente.