Críticas a la distribución de los 'clips' en el III Festival de Vídeo Musical

La tercera edición de festival de vídeo de Vitoria se clausura hoy en el teatro Guridi de la capital alavesa, después de tres maratonianos días con proyecciones continuas y coloquios sobre vídeo. Los músicos participantes en los coloquios criticaron el poco margen creativo que queda en este medio, limitado por las exigencias de las casas discográficas y la televisión.

En esta edición, cuya organización ha sabido abrir el panorama del vídeo musical a todo el globo con trabajos del Tercer Mundo y de realizadores europeos y americanos, apagará hoy los magnetoscopios con una serie de antológicas de Jean-Baptiste Mondino, Tim Pope y Zbigniew Rybczymski. Tres realizadores que manejan como producto y aglutinan, junto con sus trabajos, a autores como Brian Ferry, Sting, Tom Waits y Madonna, The Cure y Marc Almond, y a Yoko Ono, Lou Reed y Mick Jagger.La imagen magnética, muy lejos de llegar a tener su propio lenguaje, se nutre de la estética publicitaria, sobre todo porque ese es su objetivo: conseguir que la pequeña pantalla refleje la imagen del artista, facilitando una comprensión más rápida del mensaje y creando una ficción atrayente hacia la banda sonora.

Para Antón Reixa, productor de vídeos y miembro del grupo Os Resentidos, los clips son una carta en la manga de las casas discográficas. Tantos como puntos de venta les interese relanzar. Sin embargo, existe una importante diferencia tanto formal como conceptual entre las producciones de profesionales y las que crean los propios grupos con sus medios. Las primeras trastocan, en opinión de Manolo García del grupo El último de la Fila: la voluntad y el contenido que los autores le dan a su trabajo en aras de una mayor efectividad, sobre todo de venta.

Para Quimi Portet, guitarrista de El último de la Fila, los vídeos que no son producidos por Televisión Española encuentran verdaderas dificultades para acceder a los canales de difusión nacional. Problema que es definido con enorme naturalidad por Antón Reixa, y calificado como "gremialismo profesional". Esta dolencia, en opinión del músico gallego, convierte a los realizadores de clips que trabajan en TVE en enemigos de lo no suyo, complicando la posibilidad de programar trabajos de otra procedencia.

Para Kiko Veneno el problema de Andalucía es muy otro. La falta total de una infraestructura andaluza impide incluso pensar en la posibilidad de acceder a las productoras videográficas.

Kiko Veneno, que forma parte del jurado, decidirá hoy, junto con Alejandro Vallejo, realizador de Metrópolis; Juan Carlos Eguillor, dibujante; Manolo García, cantante de El último de la Fila; M. Malabruzzi, productor italiano, y Rossy, cantante del grupo Peor Impossible, el primer premio, de 500.000 pesetas, al mejor vídeo musical, y otros tres de 100.000 pesetas. Participaron 42 cintas, seleccionadas tras 70 horas de proyección.