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FALLECE EL DIBUJANTE Y ESCRITOR COPI

La mujer de la silla se derrumbó

El dibujante y escritor argentino Raul Damonte, Copi, falleció ayer en París, ciudad donde residía desde 1962, a los 48 años, tras varias semanas de hospitalización. La familia de Copi no quiso precisar las causas de su muerte.La imagen que más puede recordar a Copi es la de una mujer permanentemente sentada en una silla que mantenía superrealistas diálogos con todo tipo de interlocutores, desde su hija, a la que explicaba que "las niñas no tienen banana", hasta un caracol, que la proclamaba "¡símbolo del ingenio humano!". Se trataba de comics adheridos al humor del abs ardo, con pictogramas sin el típico recuadro de las viñetas, cuyos esquemáticos grafismos, carentes de fondos ambientales, otorgaban todo el protagonismo a unos diálogos profundamente críticos. El autor llegó al máximo de su concepto de lo esencial cuando hizo hablar a su fémina de Ficción consigo misma, mediante un oportuno espejo.

Ahora, la mujer siempre sentada ya no ha podido prolongar su estabilidad sobre la silla. Copi ha muerto poco después de cumplir los 48 años, con una precocidad al estilo de su vida, con una premura tan brutal como su obra. Su verdadero nombre era Raúl Damonte Taborda. Nació en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1939, y empezó su carrera de humorista, durante el ocaso de los años cincuenta, en el semanario del género Tía Vicenta, fundado por otro famoso dibujante caricaturesco, Landrú; allí, ya ron el seudónimo a cuestas, Copi ideó el personaje de una niña que se dedicaba a provocar pequeñas catástrofes. Una convulsión motivada por la diversidad de actitudes políticas dio paso a que los colaboradores más radicales de Tía Vicenta (Copi y el célebre Oski, fallecido en 1979) fundaran una agresiva y efímera revista, Cuatro Patas, donde comenzaron a brillar las facultades literarias del humorista. En una de las cartas que publicaba en Cuatro Patas parece hallarse el preludio de la mujer sentada en la silla; la hipotética joven que escribe a un también hipotético marqués le dice: "Je vous remercie d'abord las orquídeas que me envió: mamá adora las orquídeas, la pobre está tan vieja que no puede masticar otra cosa".

Obra literaria

Llegado a París en 1962, Copi vendía dibujos por los bares, hasta que sus contribuciones a Bizarre y Le Nouvel Observateur (dcnde inventó a la señora sedente) le dieron no sólo fama, sin la posibilidad de dedicarse a su pasión secreta, el teatro, parte de cuyas características de lenguaje ya se encontraba en sus comies. Una de sus obras para la escena, Eva Perón, mostraba en términos crueles la agonía del personaje. Copi llevaba su interés. por el teatro al extremo de actuar como actor, y se le recordará en Barcelona a tal efecto por su Loretta Strong, que representó en el Diana a fines de los años setenta. Durante este período, la editorial Anagrama inició la publi(cacion de sus producciones liter arias, lo que ha revertido en la existencia de cuatro volúmenes

La vida es un tango, y dos libros de relatos, Las viejas travestis y Virginia WooY ataca de nuevo. A dichos tomos hay que añadir dos recopilaciones de comics: Las viejas putas, también de Anagrama, y la editada por la desaparecida empresa madrileña Nueva Frontera, Y yo ¿por qué no tengo banana? Copi inauguró el exilio generalizado de los mejores autores de comics argentinos, en el que han participado Quino (el creador de Mafalda), Carlos Sampar RCR, empresa informática prestigio mundial, está a la vainológica en la fabricación de e ordenadores que el requiere y que usted necesita, y capaces incluso de no tolera tema . En informática que realmente.

Pero NCR es mucho más dores. Nuestras aplicaciones o yo, José Muñoz, Horacio Altuna, Juan Giménez, Francisco Solano López, Mordillo y otros importantes creadores. Pero las actividades de Copi han desbordado el campo de la narrativa dibujada, y han exhibido, en última instancia, que sus comics tenían un intenso sustrato literario y una considerable dosis teatral. En cualquier caso, Copi ha constituido un revulsivo constante a través de su trágica mirada en torno al contexto social y político, y la muerte añade a su obra la última nota de amargura y crueldad.

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