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Brasilia y la Gran Muralla China, patrimonio de la humanidad

En una rápida sesión -duró media hora, el pasado lunes-, la Unesco decidió declarar patrirnonio cultural de la humanidad un monumento de varios siglos, la Gran Muralla de China, y una ciudad de 27 años, Brasilia.

Hasta ahora todos los monumentos o conjuntos arquitectónicos declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco tenían por lo menos 100 años. Pero los especialistas de la organización entendieron que, por sus características arquitectónicas y al haber sido la primera ciudad construida en este siglo para servir de capital nacional, merecía ser una excepción.

La inclusión de Brasilia en la lista de las ciudades protegidas por la Unesco no trae ninguna ventaja de tipo monetario y no implica cualquier especie de ayuda o de garantía. Se trata de una garantía moral para impedir que en el futuro la ciudad sufra agresíones a su paisaje. Hace dos años que un grupo de brasileños, encabezados por el gobernador de Brasilia, José Aparecido de Oliveira, venía luchando para obtener lo que por fin se concedíó el lunes.

Especulación inmobiliaria

El plan urbanístico de Brasilia fue diseñado por Lucio Costa, y los palacios y monumentos, verdaderos puntos de referencia en la arquitectura moderna, fueron diseñados por óscar Niemeyer. Al conocerse la noticia, Costa y Niemeyer afirmaron que la decisión de la Unesco pone un punto final en las agresiones provocadas por la especulación inmobiliaria en la joven capital.Brasilia fue construida en cuatro años e inaugurada en abril de 1960. El plan original preveía una ciudad para albergar a medio millón de personas en el año 2000, pero ese planteamiento fue totalmente desbordado: hoy día viven 1,2 millones de personas, y la perspectiva es que en 12 años ese número supere el millón y medio, es decir, tres veces más de lo previsto. Otro medio millón de personas vive en las llamadas ciudades satélite, creadas de manera desordenada en los alrededores de la capital, con graves problemas sociales.

Irónicamente, otra ciudad monumento, Venecia, todavía no ha sido declarada patrimonio cultural de la humanidad por la misma Unesco.

En Brasilia, la decisión de la Unesco dividió opiniones. Los urbanistaslocales la recibieron con gran euforia, lo mismo que los funcionarios más cercanos al gobernador. Pero los constructores protestaron de inmediato. Para ellos, la obligación de obedecer a criterios rígidos para seguir construyendo en la ciudad es "un paso hacia atrás".

José Aparecido de Oliveira, el gobernador, afirmó que Brasilia tiene ahora que utilizar una de sus características únicas: ser la ciudad que, a ejemplo de las antiguas ciudades griegas, tiene su arquitecto oficial. El gobernador se refería a óscar Niemeyer, que creó las principales construcciones, y que todavía está en plena actividad, en vísperas de cumplir, el próximo día 15, 80 años.

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