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CITA EN WASHINGTON

'Ven y mira'

Un estricto sistema para verificar el cumplimiento del acuerdo

Una cumbre entre EE UU y la URSS se frustró en mayo de 1960 al derribar los soviéticos sobre su territorio un avión espía norteamericano U2 y capturar a su piloto, Francis Gary Powers. Veintisiete años después, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov firman hoy en Washington un acuerdo sobre desarme que santifica el espionaje y cuyo sistema de verificación podría llevar el título de la película de Elem Klimov Ven y mira.

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El tratado para el desmantelamiento de los misiles de alcance intermedio permitirá la presencia de observadores de cada parte en el territorio del otro, o de la alianza militar adversa, para comprobar que se cumple lo pactado.Habrá seis maneras distintas para destruir los seis tipos de cohetes objeto del tratado. Antes de destruir los cohetes y sus cabezas nucleares, EE UU y la URSS podrán sacar y conservar sus muy costosos sistemas electrónicos de navegación y el material nuclear de las cabezas. Las superpotencias podrán además guardar algunos de los elementos de los lanzadores, como las ruedas o los motores. El resto será destruido.

Los soviéticos visitarán las plantas donde se montaban estos cohetes, los almacenes en EE UU y las bases de despliegue de estos cohetes en Europa occidental: Greenham Common y Molesworth, en el Reino Unido; Mutlanguen, Neu Ulin, Heilbronn y Wüscheim, en la RFA; Comiso, en Italia; Florennes, en Bélgica, y Woensdrecht, en Holanda, adonde los misiles no han llegado. Se trata, de aquí a la ratificación del acuerdo, de comprobar primero que los datos aportados por EE UU son correctos, y, tras la entrada en vigor del tratado, de verificar sobre el terreno la salida y la destrucción efectiva de los cohetes y de sus lanzadores. Por su parte, inspectores norteamericanos irán a las bases soviéticas en la URSS o en Europa oriental para similares comprobaciones.

Las superpotencias han acordado que los cohetes de 1.000 a 5.000 kilómetros de alcance desaparezcan en un plazo de tres años tras la ratificación del acuerdo, aunque la URSS desmantelará los misiles de alcance intermedio más corto (SS-12 y SS-23) en un plazo de tres meses, según expertos soviéticos. No obstante, los soviéticos podrán conservar durante 30 meses en Europa, y los Estados Unidos en su territorio, de 80 a 100 de estos sistemas, hasta que la RFA haya eliminado los 72 Pershing 1A de su territorio, con lo que sus cabezas volverán a EE UU y serán destruidas.

'Inspecciones por sorpresa'

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Durante 13 años, EE UU y la URSS tendrán derecho a llevar a cabo inspecciones por sorpresa, con un preaviso de sólo horas, en instalaciones de la otra parte (20 inspecciones durante los tres primeros años, 15 durante los cinco siguientes y 10 en los últimos cinco) en las que se sospeche que se está haciendo trampa. Los inspectores norteamericanos podrán entrar en la URS S vía Moscú e Irkutsk (Siberia oriental), y los soviéticos en EE UU, a través de Washington o San Francisco. Los países huéspedes proporcionarán el transporte de los expertos hasta las instalaciones.Durante esos mismos 13 años, grupos de entre 30 y 40 expertos soviéticos podrán situarse ante la fábrica de Magna (Utah) de Hercules Incorporated, que producía los Pershing 2 y sigue fabricando algunos componentes del misil intercontinental MX, para comprobar que el temido euromisil no sigue ya fabricándose. Expertos de EE UU se situarán por su parte ante la fábrica de SS-20 de Votkinks.La URSS ha aceptado también abrir al cielo, como máximo seis veces al año, alguna de sus fábricas de misiles intercontinentales, de modo que los satélites espías norteamericanos puedan, sin problemas, tomar fotografías y comprobar que en su interior no se están montando SS-20, de apariencia similar.

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