Incertidumbre sobre la toxicidad de la carga del buque que ardió frente a Finisterre

Las autoridades sanitarias y de Marina continúan sin saber a ciencia cierta si parte de la carga que transportaba el buque panameño Cason, incendiado frente a las costas gallegas en la madrugada del sábado, con el resultado de 23 muertos, consistía en un elemento químico de alta toxicidad. El buque ha quedado encallado junto a la costa de Finisterre, sin que hayan fructificado los intentos de un remolcador para desviarlo de zonas pobladas.

La hipótesis de la carga tóxica se sustenta, por el momento, en el testimonio del jefe de máquinas, Chin Sing Man, el superviviente de mayor rango del buque, que declaró que en la bodega iban cajas con la calavera y las tibias del símbolo universal de peligro y la inscripción "peligro número 6". Según los ocho supervivientes, tan sólo el capitán, cuyo nombre aseguran desconocer, sabía el contenido del flete, y en sus declaraciones, realizadas a través de dos representantes de la Embajada de la República Popular China, remiten al representante de la casa armadora, con sede en Hong Kong y cuyo nombre tampoco conocen, que hoy llegará a La Coruña.Las ropas de los supervivientes fueron precintadas y depositadas en la residencia sanitaria de La Coruña para intentar, mediante su análisis, determinar la sustancia exacta que transportaba el barco.

Los funcionarios chinos Zhou Jiechang, primer secretario de la embajada, y Yan Xiaomin, tercer secretario, delegan también en el representante de la armadora en lo que respecta al destino de los 22 cadáveres, actualmente depositados en centros sanitarios de La Coruña. Según los representantes chinos, las familias de los fallecidos, la mayoría de "una provincia continental", todavía desconocen la suerte de sus deudos.

Ocho supervivientes

Los ocho supervivientes -siete de ellos, ciudadanos de la República Popular China, y el otro, de Hong-Kong- están acogidos desde el sábado en la Casa del Mar coruñesa. Vestidos con uniformes de la Marina española y reponiendo fuerzas en el restaurante del único intérprete localizado en la ciudad, Hin Fook Chan, los marineros reiteran desconocer el contenido de la carga que transportaban de Rotterd a Shanghai.Según sus declaraciones, el incendio se produjo en un lugar que sitúan vagamente "en la proa", a las 5. 10, mientras todos ellos dormían, por lo que no pueden aclarar las circunstancias del siniestro. Los dos tripulantes de guardia, "los primeros en morir", dieron la alarma, y poco después, . cuando el incendio parecía irreversible", el capitán dio orden de abandonar el barco.

El capitán de Remolcanosa 5, que participó ayer en las tareas para conducir el Cason a alta mar, declaró a Radio, Nacional que la causa del siniestro fue presumiblemente una explosión.

El bote salvavidas, que habían preparado al poco de iniciarse el fuego, volcó casi al ser lanzado al mar, y los marineros tuvieron que luchar contra el frío del agua hasta algo más de una hora, en que fueron rescatados por los servicios de salvamento y por los mercantes de bandera soviética, británica, italiana y polaca que navegaban por la zona.

Abordaje en Canarias

Buena parte de las víctimas, según el parte médico de la residencia sanitaria, falleció por intoxicación de monóxido de carbono, y el resto, por inmersión. Los ocho supervivientes, la mayoría con escasa experiencia en el mar, aseguraban querer volver a navegar "después de algún tiempo, en cuanto estemos otra vez en forma".Por otra parte y según informa Onda Pesquera SER, el pesquero marroquí Majid fue abordado ayer por el mercante británico Brier Field a unas 16 millas al este de Punta Arinaga, en Las Palmas de Gran Canaria. La tripulación del barco marroquí -veinticinco marineros- ha sido rescatada sana y salva por el buque británico.

También ayer prosiguieron -informa Efe- los trabajos de búsqueda de las dos personas desaparecidas el viernes, a bordo de una pequeña embarcación de pesca, frente a las costas de Noja en Cantabria.