La Iglesia de Nicaragua apoya la mediación de Obando y le reelige jefe

ENVIADO ESPECIALLa Conferencia Episcopal nicaragüense acordó apoyar a su presidente, el arzobispo de Managua, cardenal Miguel Obando y Bravo, en su función de intermediario entre el Gobierno sandinista y la cúpula de la contra, para negociar un cese el fuego en Nicaragua. En la misma reunión Obando fue reelegido presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. El cardenal Obando viajó ayer mismo a Estados Unidos, donde está la cúpula de la contra.

Obando se había manifestado cauteloso ante la oferta de mediación que le presentó Ortega y, todavía el pasado domingo, hablaba sólo de "posibilidad de mediar". Ahora parece que Obando ha reunido todos los triunfos en sus manos para poder llevar adelante su misión. Todos le consideran el mediador ideal: Estados Unidos, la contra, los sandinistas y sus compañeros en la Conferencia Episcopal. El dirigente contra Adolfo Calero se pronunció a favor del cardenal. Los sandinistas no escatiman elogios al hombre a quien hace tan sólo unos meses calificaban de "enemigo y agente de la CIA".

Hombre de centro y ecuánime

Su interlocutor en la Comisión Nacional de Reconciliación, el vicepresidente del Gobierno Sergio Ramírez, comenta que las sesiones de la comisión le permitieron conocer mejor a Obando y le considera un hombre de centro y ecuánime.También el cardenal Obando, nacido en La Libertad, el mismo pueblo de los Ortega (Daniel, presidente, y Humberto, ministro de Defensa), en el departamento de Chontales, se mueve con cautela y no vacila en reconocer que "se han producido hechos" en Nicaragua desde la firma del acuerdo Esquipulas 2, el pasado 7 de agosto, que no pueden ser ignorados. En la Comisión Nacional de Reconciliación se han llegado incluso a dar diferencias en ocasiones entre Obando y el otro representante en la Iglesia, el obispo auxiliar Bosco Vivas, que sostiene posiciones más duras que el cardenal.

Parece difícil, sin embargo, que una propuesta de Obando vaya a tener éxito. Sugirió el cardenal que su mediación se realice en Nicaragua, pero esto implicaría aceptar la presencia en territorio nicaragüense de los dirigentes de la contra y éste es el sapo que los sandinistas no pueden tragar todavía. El pasado domingo, Obando se mostraba preocupado por que las partes presenten exigencias insalvables, porque esto provocaría inevitablemente la continuación de la guerra y del derramamiento de sangre de la juventud nicaragüense. Por eso el cardenal está interesado en acelerar la mediación y obtener resultados rápidos.

[Los presidentes de Guatemala y Honduras, Vinicio Cerezo y José Azcona, respectivamente, expresaron ayer, en Tegucigalpa, su satisfacción por el desarrollo de los acuerdos de Esquipulas, pero instaron a que sea acelerada la aplicación de todos los puntos, informa Reuter.]