Decepción de los intelectuales por la tímida revisión de la historia de Gorbachov
La primera entrevista al académico Andrei Sajarov publicada en la Prensa soviética se contraponía ayer a la oleada de decepción y pronósticos negativos para el proceso de revisión histórica que el discurso de Mijail Gorbachov ha provocado entre la intelectualidad moscovita por su omisión de datos sobre la envergadura de la represión estalinista. Gorbachov intervino ayer en favor de la renovación del movimiento comunista en una sesión informal cerrada a la que asisten representantes comunistas, socialistas y socialdemócratas de todo el mundo.
En una entrevista publicada en el semanario Novedades de Moscú, el premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov manifestó que "toda la terrible verdad sobre Stalin y su época no se ha dicho aún". Sajarov, que fue liberado de su exilio en Gorki por la intervención personal de Gorbachov en diciembre pasado, comentaba distintos aspectos del documental Riesgo, emitido recientemente por la televisión soviética y dedicado a la guerra fría. El académico criticaba la película por escamotear datos históricos, tales como el caso KIaus Fuchs, que motivó, según él, la venganza del contraespionaje norteamericano", plasmada en la ejecución de los esposos Rosenberg, acusados de espionaje para la URSS.Klaus Fuchs, un científico de origen alemán, "transmitió a la URSS durante y después de la II Guerra [Mundial] secretos atómicos muy importantes movido por convicciones ideológicas", dijo Sajarov, que en su calidad de físico participó en el prograrna nuclear soviético y en la realización de la bomba de hidrógeno.
El científico había hecho sus declaraciones a Novedades de Muscú antes del discurso de Gorbachov, pero el hecho mismo de que éstas hayan sido publicadas es interpretado por observadores políticos como un síntoma de que la discusión histórica no se agota en las palabras de Gorbachov el pasado día 2 en el Palacio de Congresos del Kremlin. Especial malestar causaron las aflimaciones del líder sobre el alcance de la represión de Stalin, que Gorbachov cifró en miles de víctimas en lugar de los millones que, le atribuyen historiadores oceidentales e incluso historiadores soviéticos. El miembro del Politburó Aleksandr Yakovlev se negó el martes a reconocer la cifra de millones, y lo mismo hacía ayer el historiador Yuri Polikarpov, que recientemente había hablado de más de un millón de represaliados tan sólo para el año 1939. La rehabilitación de Nikolai Bujarin, que muchos habían dado por hecha, está pendiente aún de una decisión política del Comité Central, según dijo ayer el director del Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central, Gueorgui Smirnov.
"No dijo toda la verdad"
En una entrevista telefónica con la agencia Reuter, Sajarov dijo que Gorbachov "no dijo toda la verdad que debería haber sido dicha sobre los años treinta y sobre los cuarenta". "No todo me ha satisfecho. Hubiera esperado y espero más", dijo Sajarov.En una publicación especial de la agencia Novosti con fecha anterior al discurso de Gorbachov, el jefe del Instituto de Archivos Históricos, Yuri Afanasiev, mantenía una valoración más dura que Gorbachov sobre Stalin y sobre la colectivización agrícola, y abogaba por una ley -inexistente en la URSS- que limite el secreto de los documentos oficiales a un período determinado de tiempo.
En una intervención de 15 minutos, Gorbachov se pronunció ayer por un nuevo concepto de coexistencia pacífica, y dijo que la Unión Soviética no tiene en sus manos "el hilo de Ariadna que permita encontrar la salida del laberinto del mundo contradictorio actual". Gorbachov desarrolló el concepto de interdependencia de la humanidad e invitó a la cooperación a los partidos comunistas, socialistas y socialdemócratas, advirtiendo, no obstante, que la interacción de diferentes sociedades no supone ni su unificación ni su convergencia.
El líder reconoció la superioridad tecnológica del capitalismo frente al "socialismo real", y llamó a los partidos comunistas a "una renovación y a cambios cualitativos". Gorbachov criticó la "arrogancia de la omnisciencia" en alusión a la política de sus predecesores en relación a otros partidos comunistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.