Irán ataca la principal terminal petrolífera de Kuwait
Irán lanzó ayer un misil Silkworm contra la principal terminal petrolífera de Kuwait, la Sea Island, en lo que se interpreta como la respuesta de Teherán -que no ha reconocido el ataque- al bombardeo estadounidense, el pasado lunes, de dos de sus plataformas petrolíferas. Estados Unidos condenó el ataque, pero anunció que no tomará represalias. El Gobierno norteamericano afirmó, por otra parte, que es posible que rearme al emirato, de Bahrain con misiles portátiles Stinger para hacer frente a posibles agresiones.
El incendio desatado por el ataque fue controlado por los equipos de extinción kuwaitíes en tres horas, pero los daños son cuantiosos. Entre las 20 personas que operan en la plataforma no hubo que lamentar víctimas mortales, pero cinco operarios resultaron heridos.El ministro kuwaití de Defensa, Cheik Salem al Sabah, afirmó que el ataque fue lanzado desde la península de Fao, ocupada parcialmente por Irán desde febrero de 1986. El misil estalló a las 8.50 hora peninsular española "justo en el centro" de la plataforma. El encargado de negocios iraní en Kuwait fue llamado al Ministerio de Exteriores, donde se le entregó una firme protesta de ese Gobierno árabe.
EE UU condenó también el ataque, pero afirmó que no efectuará por el momento ninguna represalia. El Gobierno norteamericano anunció la posibilidad de rearmar con misiles portátiles Stinger al emirato de Bahrain y manifestó que restringirá a China el acceso a alta tecnología norteamericana por suministrar misiles Silkworm a los iraníes.Kuwait posee misiles antiaéreos norteamericanos Hawk, capaces de destruir a los Silkworm, de fabricación china, pero, al parecer, no son aún operativos.
El pasado viernes, el Ejército kuwaití lanzó un misil SAM-7, de fabricación soviética, al detectar, el vuelo de un Silkworm, pero falló su objetivo y el misil iraní alcanzó a un petrolero kuwaití bajo bandera de EE UU. Washington respondió el lunes último bombardeando dos plataformas petrolíferas iraníes.
El Senado aprobó ayer una propuesta que refleja la división del Congreso norteamericano sobre la política que se desarrolla en el Golfo. De un lado, la propuesta aprueba la presencia de la Marina en la zona y, de otra, expresa sus inquietudes sobre la puesta bajo bandera de EE UU de los petroleros kuwaitíes. Varios senadores invocaron el Acta de Guerra de 1973, que limita los poderes del presidente y habría obligado a la retirada de los buques en un plazo de 90 días, pero no alcanzaron la mayoría necesaria.
La amenaza de los Silkworm
En los últimos dos meses, Irán ha lanzado seis Silkworm, tres de ellos fallidos, contra objetivos en el interior de Kuwait. Fuentes militares afirman que este misil se ha convertido en la "principal amenaza" contra la libre navegación en el Golfo. El Silkworm tiene una capacidad de destrucción tres veces mayor que los misiles Exocet, de fabricación francesa, utilizados por Irak.
China niega vender armas a los dos países beligerantes. Sin embargo, el Pentágono asegura tener "firmes evidencias" de que Pekín ha entregado a Teherán armas por un valor de 1.000 millones de dólares (120.000 millones de pesetas) en lo que va de año. Y añade que sus satélites han fotografiado armas cargadas en puertos chinos y descargadas en puertos iraníes.
Por otra parte, el diario The Journal of Commerce informó ayer de que el Gobierno estadounidense investiga cómo llegaron a poder de los iraníes los motores fuera borda de las lanchas rápidas que atacan a los petroleros en el Golfo. El convoy de dos petroleros kuwaitíes bajo bandera de EE UU protegido por el crucero Standley y las fragatas Ford y Hawes, entre otros buques de la Marina norteamericana, atravesó ayer sin problemas el estrecho de Ormuz.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, que actualmente ejerce la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, afirmó que discutirá este fin de semana con el secretario general de la organización, Javier Pérez de Cuéllar, sobre la escalada militar en el Golfo.
Pérez De Cuéllar hizo ayer un nuevo llamamiento a las dos partes para que pongan fin a las hostilidades y cumplan con la resolución 598 aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Ajbar Velayati, declaró ayer en Roma que Irán responderá antes de fin de mes a una serie de nuevas propuestas de Pérez de Cuéllar para el cumplimiento de la resolución 598.
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