Bush descarta en Bruselas una pronta negociación sobre misiles de muy corto alcance
El vicepresidente de EE UU, George Bush, concluyó ayer su gira euro pea con fuertes connotaciones electoralistas, descartando que Washington y Moscú vayan a negociar rápidamente la supresión de los cohetes nucleares de muy corto alcance (menos de 500 kilómetros) tras la firma de la opción supercero, que acabará con los misiles de alcance intermedio (de 500 a 5.000 kilómetros).
Durante nueve días, Bush visitó Roma, Varsovia, París, Londres y finalmente Bruselas y, a pesar de sus desmentidos, su viaje ha sido interpretado por la Prensa norte americana como un preludio al anuncio, el próximo 12 de octubre, de su candidatura a los comicios presidenciales de 1988.Al margen de su desplazamiento a Polonia, la gira del vicepresidente debía permitir evaluar con los aliados las consecuencias del acuerdo sobre los euromisiles que debería estar concluido antes de finales de año; según Bush, sin embargo, "no sería nada extraordinario que el acuerdo se firmase en 1988, si se prolongan las negociaciones más de lo previsto" porque quedan detalles por ultimar sobre plazos y modalidades de verificación.
El número dos de la Administración norteamericana se esforzó también por apaciguar los temores de sus interlocutores europeos reiterando en cada etapa la "inquebrantable" voluntad de EE UU de "defender el territorio europeo como si fuese el nuestro" y desmintiendo "cualquier intención" de desvincularse militarmente de Europa.
Para seguir defendiendo al Viejo Continente, afirmó ayer Bush en una conferencia de prensa, con la que dio por terminada su gira, "debemos reservarnos opciones y una de ellas es la disuasión nuclear". El desmantelamiento de los misiles de muy corto alcance u opción triple cero "no es una buena respuesta", subrayó. En París fue más explícito al aFrinar que "no habrá negociación sobre los misiles de muy corto alcance antes de que se cencluya un acuerdo sobre armamento convencional".
Mientras tanto, para hacer, frente al "flagrante desequilibrio, convencional que siempre ha favorecido al bloque soviético", Bush dijo haber buscado y obtenido "garantías de que nuestros aliados están dispuestos a asumir la parte que les corresponde del costo de la defensa de Europa occidental". Por de pronto, el vicepresidente de EE UU no dudó en pedirles el jueves a los embajadores aliados acreditados ante la OTAN que sus gobiernos expresen en público un mayor respaldo a la presencia militar norteamericana en Europa.
Más información en página 28
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