La historia del vídeo creativo español, en el Reina Sofía
Un total de 39 cintas recogen 17 años de trabajo en la sombra
El Centro de Arte Reina Sofía inaugura hoy una exposición bajo el título de La imagen sublime. Se trata de una muestra que recoge las producciones de vídeo creativo realizadas en España desde el año 1970. Además de la posibilidad de poder ver la proyección de un total de 39 trabajos que se exhiben, la exposición ofrece material gráfico, un servicio de documentación, y están programados una serie de mesas redondas y encuentros en los que participarán especialistas españoles y extranjeros.
Manuel Palacio, de 32 años, profesor de Comunicación Visual en la facultad de Ciencias de la Información de Madrid, es el comisario de la exposición. Según sus explicaciones, "la muestra recoge lo más interesante que se ha realizado en España desde 1970. Hemos tenido serios problemas técnicos para recuperar parte del material, debido a las incompatibilidades técnicas entre los formatos con los que se trabajaba en los primeros años y los modernos equipos de reproducción".Es la primera oportunidad para el Centro de Arte Reina Sofía de abordar monográficamente la cuestión del vídeo. Además, el centro ha adquirido para su departamento de documentación todo el material que se va a exhibir, con lo que la idea de recopilar la breve historia del vídeo creativo en España no quedará aislada en la mera duración de la exposición.
A juicio de Manuel Palacio, "quizá haya pasado suficiente tiempo desde los inicios del vídeo de creación, que en el caso español fueron en la década de los setenta, para intentar hacer una pequeña reflexión y una pequeña valoración de lo que este fenómeno ha supuesto en nuestro país".
La breve historia del vídeo creativo en España, según el esquema trazado por el propio Palacio, ha pasado por tres fases distintas en su evolución. En primer lugar, cuando, en los primeros setenta, el vídeo creativo comienza a usarse en España como una prolongación del arte conceptual.
En la segunda mitad de la década de los setenta comienzan a montarse las primeras empresas de posproducción en España. Simultáneamente, los equipos empiezan a entrar en el mercado y, con todo ello, surgen diversos grupos, en particular en Barcelona, que empiezan a trabajar en experiencias en este campo.
El tercer paso importante es la celebración del festival de cine de San Sebastián, que durante los años 1982, 1983 y 1984 incluye una sección de vídeo. Esto permite una cierta normalización del sector de la producción, al menos en ciertos niveles. El hecho, en opinión de Palacio, tuvo trascendentales efectos secundarios, ya que, por ejemplo, "algunos medios de comunicación empezaron a dedicar amplio espacio al vídeo, y ello influyó en que multitud de organismos, en especial públicos, comenzaran a apoyar iniciativas en este campo".
La imagen sublime recoge los tres períodos a través de las proyecciones, que se realizarán en cinco sesiones diarias -a las once de la mañana, una, tres, cinco y siete de la tarde- Para completar este material, los jueves, a las siete de la tarde, se realizará una sesión especial, en la que se podrán ver proyecciones de material procedente de diversos países, y que en este caso se ordenará temáticamente. A la vez, estas actividades se acompañarán de mesas redondas donde se abordarán, una a una, cuestiones concretas relacionadas con la historia, el momento actual y el futuro del vídeo creativo en España.
Quizá la cinta magnetoscópica más atrayente de las anunciadas sea el estreno en España de Time code, primera coproducción internacional en este campo, que ha sido realizada por siete televisiones públicas europeas y norteamericanas, que fue presentada hace días en Amsterdam. TVE ha participado en el proyecto con un trabajo de Javier Villaverde. Su colaboración, realizada conjuntamente con el Centro de Arte Reina Sofía, se emitirá en TVE antes de final de año.
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