Experimentar en Madrid

Hacer esquí o alpinismo urbano, celebrar pruebas de fórmula 1 en la M-30, crear un carril sólo para ciegos, instalar un centro de náutica en dos piscinas o un simulador de paracaidismo en poco más de 10 metros cuadrados son algunas de las ideas que el Ayuntamiento de Madrid ha recibido en los últimos años. Unas son locas; otras, avanzadas; algunas, irrealizables por costosas, pero todas ellas son singulares. Algunas se consideran de gran interés, como la construcción de un cuerpo humano de seis plantas de altura ideado por Chicho Ibáñez Serrador, en el que los visitantes podrán sentirse como Pinocho, o la apertura de un Museo del Descubrimiento dentro de una carabela de tamaño natural.

Quién dijo que los funcionarios no tienen imaginación. A un técnico municipal se le ocurrió aprovechar la última reforma de la calle de Bravo Murillo para instalar el carril sólo ciegos. El sistema, que incluso llegó a contar con su correspondiente presupuesto, consistía en instalar un raíl en el que los invidentes meterían su bastón para andar con más tranquilidad por el espacio a ellos reservado. La idea motivó incluso la protesta de los potenciales usuarios."Madrid es una ciudad grande y tiene que tener de todo", afirman los responsables municipales, a cuyas manos llegan al cabo del año numerosas ideas referidas a los aspectos más dispares de la ciudad.

El departamento de Mobiliario Urbano recibió la idea de crear la farola "tipo Lope de Vega", curiosa composición en la que la silueta del escritor tendría como cabeza una lámpara, mientras con las manos sujetaría una papelera.

Aún se recuerda la propuesta hecha al Instituto Municipal de Deportes para celebrar pruebas de automovilismo de fórmula 1 en plena M-30.

Visitar toros bravos

En defensa de la fiesta nacional, un periodista propuso hacer visitable una dehesa en Tres Cantos, donde el madrileño pudiera ver cómo viven los toros bravos. Un proyecto muy en la línea de la idea municipal, ya hecha pública, de repoblar con jabalíes y gamos una finca pública.La experiencia ha demostrado que el sector más inquieto es el de los publicitarios, pues muchos de sus miembros pueden idear cualquier cosa a cambio de un soporte que les permita impulsar su negocio.

Uno de ellos propuso forrar la medianería del hotel Fénix para hacer sobre ella proyecciones con rayos láser. En la misma línea, otro propuso poner una pantalla de televisión de 40 metros cuadrados en la fachada del edificio Capitol.

Un tercero defendió la idea de instalar anuncios publicitarios en los bancos con la forma del oso y el madroño, y otro propuso que le dejaran montar un número de vallas suficiente para amortizar la construcción de un simulador de pruebas náuticas y otro de paracaidismo.

El mecanismo, en ambos casos, es sencillo. En el centro de una piscina circular se colocaría un barco de vela amarrado al fondo. Ocho ventiladores de gran potencia permitirían al navegante de agua dulce hacer bordos, manejar las drizas o levantar el spik. Junto a esta piscina se pondría otra rectangular con traineras, en la que forzudos madrileños desarrollarían una potencia que no les haría mover un metro, pero que se registraría en un aparato. El simulador de paracaidismo consistiría en una torreta desde la que se lanzarían los aventureros sólo frenados en su caída por el aire a presión que saldría de una chimenea situada en el suelo.

El Ayuntamiento estudia las peticiones para crear una pista de hielo y otra de esquí. La pista de hielo, según el concejal de Urbanismo Jesús Espelosín, podría colocarse en el antiguo mercado de patatas de Legazpi, donde existe una estructura metálica que serviría de cubierta.

Retretes para perros

La pista de esquí, que se podría instalar en la montaña formada tras el movimiento de tierras del parque de agua, estaría cubierta por un tejido de rozamiento similar al de la nieve. Los alpinistas piden que se coloquen anclajes en algunas medianerías de la ciudad para poder escalar casi sin salir de casa.Los retretes son el otro gran tema de los inventores. El Ayuntamiento ha estudiado en los últimos años distintas posibilidades que cubren las necesidades tanto de ciudadanos como de perros. Primero se estudió la implantación de cabinas que funcionan con monedas, y luego se pensó en crear unos quioscos polivalentes en donde lo mismo se pueda tomar un plato de comida rápida que ir al lavabo. Para los perros se quiere probar un modelo de evacuatorio cuya pintura atrae a los animales.

Si la creación de un tren elevado entre Barajas y Madrid o la construcción de un canal de regatas en el Manzanares parecen proyectos lejanos, otros están en marcha. Entre ellos figuran algunos que hace unos años habrían provocado el escepticismo: instalar un restaurante flotante en el Manzanares, recorrer en tren la Casa de Campo o visitar una carabela en el parque de Tierno Galván.

En este parque se podría instalar el cuerpo de una mujer embarazada, con 63 metros de largo y 18 metros de alto, para visitar interiormente.

Los que tengan otra idea que la dejen en la puerta del ayuntamiento. Serán tenidos en cuenta. "Estudiarnos todos los proyectos que nos presentan", asegura Espelosín, "este interés inventivo es beneficioso".