La política económica de 1988 no será beligerante y tratará de consolidar la situación, según Solchaga

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, señaló ayer que los Presupuestos Generales del Estado para 1988 "no son beligerantes, sino acompañadores de una situación económica que pretendemos consolidar". También afirmó que el proyecto es "perfectamente consecuente con lo dicho en el diálogo social iniciado, aunque por desgracia no muy avanzado". Insistió en que en algunos aspectos dan más de lo que pedían los sindicatos, y sobre las anunciadas rebajas del impuesto sobre la renta afirmó "son bastante más favorables que las realizadas por el Gobierno francés". Entre el Estado, sus organismos autónomos y la Seguridad Social los presupuestos preven unos gastos consolidados de 14,1 billones de pesetas, un 11,3% más que en el presente año.Solchaga reiteró que los tres objetivos básicos de los presupuestos son consolidar la evolución favorable de la situación económica, mantener el saneamiento de la Hacienda pública y reestructurar los gastos hacía una mayor y mejor dotación de servicios sociales, lo que "conecta bien en el propósito expuesto a los interlocutores sociales en el contexto de la concertación".

"No son de concertación", precisó después, al señalar que los grandes números y temas "están cerrados, aunque quedan puntos abiertos al diálogo social (se refería a la promoción de empleo juvenil, formación, etcétera), pero en algunos de sus puntos, como inversiones públicas y pensiones, van en línea con las preocupaciones de los sindicatos y no dan menos de lo que solicitaban. El Gobierno espera que, en líneas generales, puedan satisfacer a todos los interlocutores en la negociación".

El objetivo de consolidar la situación económica lo cifró el ministro en que, después de haber crecido la economía en términos reales un 3,5% durante el pasado año -cifra que revisa al alza el avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)-, se espera crecer al menos un 4,3% en 1987 y un 3,8% durante el próximo ejercicio. Sobre esta previsión apuntó Solchaga la posibilidad de crear "no menos de 250.000 empleos netos".

El cuadro de objetivos macroeconómicos para 1988, reflejado en el cuadro adjunto y que confirma los objetivos de terminar este año con un 5% de aumento de precios y el próximo con un 3% -"a finales de año podremos dejar en cero el diferencial de inflación frente a los países de la CE y el resto de los industrializados"-, prevé que se desaceleran tanto el consumo privado como la inversión. Pero parte de este efecto será compensado porque el menor aumento de las importaciones frenará menos que en el presente año la creación de valor añadido.

Tasas de crecimiento

"Ni la inversión ni el consumo requieren estímulos adicionales", dijo el ministro para justificar la bajada de las deducciones fiscales a la inversión (suscripción de valores por particulares e inversiones empresariales). Sin embargo, el cuadro de objetivos se basa en que la consolidación de las actuales tasas de crecimiento se logrará "a través de una política de moneración fiscal, fundamentalmente centrada en una reducción de la tarifa de IRPF, que se traducirá en una menor presión fiscal individual y que contribuirá al aumento de la renta disponible en manos de las familias y al crecimiento de la demanda nacional".Solchaga dijo que la anunciada reducción de tarifas y retenciones aportará al consumo privado 0,6 o 0,7 puntos. Insistió en que mermará los ingresos de Hacienda en 220.000 durante los dos próximos años. Dijo que la bajada de un 5% en la tarifa del IRPF de 1987 beneficiará a todos los contribuyentes y la nueva tarifa de 1988 "del 86% al 89%".

Sobre el objetivo de sanear la Hacienda pública, anunció que el déficit de caja del estado será en 1988 del 3,5% del PIB (1,33 billones de pesetas), después de bajar en el presente al 3,8%, varias décimas inferior a lo previsto porque los ingresos fiscales crecerán en 1987 unos 560.000 millones de pesetas por encima de lo presupuestado. Así, aunque la presión tributaria (recaudación de impuestos sobre el PIB) será este año del 17,19%, casi dos puntos por encima de lo presupuestado (15,36%), los presupuestos para 1988 preven bajarla al 16,84%. Por primera vez, Hacienda ha obviado por ello en la documentación presentada ayer el comparar entre los presupuestos ingresos de 1987 y los de 1988, que daría aumentos de la recaudación próximos al 20%.

El ministro admitió que los precios de la gasolina podrían subir a finales de año o principios del próximo si el petróleo sube por encima de los 20 dólares o el dólar de 125 pesetas, hipótesis fijadas en los Presupuestos al calcular la recaudación. También dijo que la subida de 300.000 a 400.000 pesetas en el limite de la deducción variable por matrimonio beneficiará al 90% de los contribuyentes en esta situación.

No explicó las razones que han llevado al Gobierno a olvidar por ahora -al menos hasta que haya una denuncia de la Comisión de Bruselas ante el Tribunal de Luxemburgo- su proyecto de subir el IVA de los abogados desde el 0% al 6%, aunque sí dijo que se demora hasta 1989 la subida del 6%, al 12% en los hoteles.