El presupuesto del Insalud ascenderá en 1988 a casi 1,35 billones de pesetas

El presupuesto para 1988 del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) ascenderá a 1,35 billones de pesetas, lo que supone un incremento del 17% con respecto al presupuesto del presente año, según el anteproyecto de presupuestos presentado el miércoles pasado al Consejo General del Insalud, presidido por Eduardo Arrojo. Además, el próximo año, por primera vez, las transferencias a las comunidades autónomas, que equivalen al 48% del presupuesto, se realizan de forma global, sin distribución económica ni funcional.

Los presupuestos para el próximo año del Instituto Nacional de la Salud contemplan, por primera vez, las transferencias de las dotaciones presupuestarias correspondientes al País Vasco y a la Comunidad Valenciana. Hasta ahora sólo Cataluña, que recibió las transferencias en 1981, y Andalucía, en 1984, tenían transferidas las competencias sanitarias. Estas cuatro comunidades autónomas gestionan casi el 48% del dinero con que cuenta el Insalud para 1988. Además, también por primera vez, la partida correspondiente a las comunidades autónomas se trasfiere globalmente, sin distribución económica ni funcional. Esto supone que cada una de ellas realizará la clasificación presupuestaria de acuerdo con sus necesidades.Eduardo Arrojo, que califica como "absolutamente histórico" al presupuesto del año próximo, considera que los 200.000 millones que tendrá más que en 1987 no deben utilizarse para aumentar irreflexivamente las prestaciones. Según afirma, la prioridad fundamental del organismo que gestiona consiste en consolidar las prestaciones que actualmente ofrece el Insalud y corregir las desigualdades regionales. Por ello, "suficiencia financiera y equidad" son para Arrojo las claves en el reparto de los 695.000 millones que gestionará directamente el Insalud.

"La suficiencia financiera se relaciona", dice Eduardo Arrojo, "con el mantenimiento de la capacidad productiva. Yo creo que no se pueden atender nuevos frentes para dejar de atender los que tenemos ahora; es decir, seguirá estando fuera de la Seguridad Social la salud bucodental, y vamos a dar las mismas prestaciones que ahora, pero bien dadas. Así, por ejemplo, antes de crear centros de salud hay que dotar adecuadamente a los ya existentes para que puedan realizar bien su labor. La oferta va a ampliarse sólo para corregir las deficiencias que existen en algunas áreas geográficas".

El hecho de que las transferencias a las comunidades autónomas se haga globalmente y no por capítulos impide que se pueda establecer una comparación real con el reparto del presupuesto de este año. En el supuesto de que la distribución de las comunidades autónomas sea igual a la que tiene prevista el Insalud, en el capítulo de inversiones reales (65.000 millones de pesetas) crece casi un 49%. El capítulo destinado a pagos de personal se lleva la mayor partida del presupuesto, 727.000 millones de pesetas, con un incremento del 22%.

En la distribución funcional, el presupuesto para la asistencia hospitalaria, que aumentó un 12% en 1987, subirá un 28,5% en 1988 si se aplica la misma hipótesis de que las comunidades autónomas hagan un reparto similar al del Insalud. Esto supondría un total de 667.000 millones de pesetas. A la asistencia primaria se destinarían 293.000 millones, con un aumento de 21 %.

Coordinadora

Por otra parte, Luis Cabañas, presidente y portavoz de la Coordinadora de Médicos de Hospitales, manifestó que aceptarán, probablemente, la petición del Ministerio de Sanidad de comparecer ante la asamblea nacional de la coordinadora. Cabañas calificó la actitud del ministerio de "difícilmente entendible".La decisión última, dijo Cabañas, deberá ser adoptada por todos los portavoces y los representantes de las comunidades autónomas en el plazo de dos o tres días. El Ministerio de Sanidad envió en la tarde de ayer una nota a Luis Cabañas en la que manifiesta su voluntad de comparecer ante la asamblea nacional "para discutir directamente con ésta las cuestiones que hasta ahora trataba con sus representantes".

El ministerio argumentaba que, "según se ha puesto de manifiesto, son los integrantes de la asamblea quienes tienen la última palabra y no sus representantes". "Pienso que la respuesta de la coordinadora va a ser positiva", dijo Cabañas, "pues de la nota del ministerio se desprende que pretenden presentar el documento sobre los temas que hemos venido hablando en las reuniones de los últimos tres meses ante la asamblea y únicamente ante esta asamblea".

"Por otro lado", agregó, "sería bueno que el ministerio estuviera presente en la asamblea, pues así tendrá oportunidad de recibir las críticas pormenorizadas de los representantes de los hospitales de toda España, que no son portavoces de la coordinadora y, por tanto, no asisten a las reuniones con el ministerio".