Licio Gelli, jefe de la logia secreta P-2, se entrega a las autoridades suizas
Licio Gelli, de 68 años, maestro venerable de la logia clandestina masónica Propaganda Dos (P-2) y vinculado a los más graves escándalos que han conmocionado la vida política de Italia en los últimos años, se entregó ayer al juez Jean Pierre Tremblay en Ginebra, de cuya cárcel se evadió en 1983 en rocambolescas circunstancias. "Estoy a su disposición", asegura en un mensaje a los jueces italianos.
Un mandato de captura internacional fue lanzado contra Gelli por su implicación en la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano y por presunta participación en un organización para subvertir el orden constitucional italiano relacionada con el atentado de la estación de Bolonia en 1980, en el que murieron 85 personas. Dicha captura permitió su detención en Ginebra en septiembre de 1982, adonde Gelli había llegado procedente de América Latina y tras hacer escala en Madrid. Fue capturado cuando intentaba retirar de un banco decenas de miles de dólares depositados por las sucursales suramericanas del Banco Ambrosiano. Gelli tuvo estrechas relaciones con el presidente de ese banco, Roberto Calvi, el banquero de Dios, que fue encontrado ahorcado en un puente de Londres en junio de 1982.Poco antes de que fuese entregado a Italia, Gelli logró evadirse, el 10 de agosto de 1983, de la prisión de máxima seguridad de Champ-Dollon, cercana a Ginebra, tras haber sobornado a uno de sus carceleros. En helicóptero se trasladó hacia algún lugar de la Costa Azul francesa, y allí se perdió su pista.
El juez Tremblay dictó orden de detención contra Gelli inmediatamente después de que se entregase, bajo la acusación de corrupción de funcionario y utilización de documentos falsos. Los abogados del jefe de la logia P-2 afirmaron ayer que su cliente ha dirigido un mensaje a los magistrados italianos en el que asegura: "Me constituyo hoy en prisionero ( ... ) por decisión espontánea. Debo sufrir una operación quirúrgica de alto riesgo y, si tengo tiempo, deseo clarificar definitivamente mi posición sobre la instrucción conducida por ustedes desde hace cinco años, para demostrar que soy ajeno a cualquier acto delictivo".
Gelli hizo llegar otra carta a los jueces italianos en septiembre de 1984, en la que expresaba su deseo de volver a Italia para responder a "todas las infamantes acusaciones" lanzadas contra él. "Estoy cansado de estar siempre en fuga", decía en su misiva.
La logia P-2, fundada por Gelli, ha estado detrás de los grandes escándalos políticos y financieros que han sacudido Italia en las dos últimas décadas. Actuando como un auténtico padrino, el maestro venerable de esta organización secreta, con conexiones en la extrema derecha, se sirvió de ella para tejer una gigantesca red destinada a destruir el Estado constitucional italiano.
Una investigación oficial reveló en 1981 que más de 1.000 personalidades políticas italianas -incluidos ministros del Gobierno, generales, jefes de los servicios secretos y hombres de negocios- formaban parte de la clandestina logia P-2. El escándalo suscitado por las revelaciones provocó la caída del Gobierno presidido por el demócrata, cristiano Arnaldo Forlani.
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