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Felipe González coordina con Helmut Kohl la política hispano-alemana hacia Europa

El presidente del Gobierno español, Felipe González, se entrevistó ayer con el canciller alemán occidental, Helmut Kohl, en la primera jornada de su visita a Bonn con motivo de las consultas anuales hispano-alemanas. En la reunión, González planteó, entre otras cuestiones, los problemas de financiación en la CE y la seguridad europea. Esta visita tiene -por iniciativa del canciller Kohl, expresada en la anterior consulta bilateral, en Madrid, en noviembre de 1986- un carácter básicamente económico. González señaló que España no puede convertirse en motor de economías superiores, como la alemana.

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El peso de la economía

Este protagonismo de la economía queda avalado por la presencia en Bonn, coincidiendo con la llegada del presidente del Gobierno, de una importante delegación de medio centenar de empresarios de la CEOE y de las cámaras de comercio que han discutido con sus homólogos alemanes un relanzamiento de la cooperación industrial.No obstante, en las entrevistas entre Felipe González y el canciller Kohl, tanto inmediatamente después de la llegada del jefe del Gobierno español a la capital federal como en una cena en privado que mantuvieron ambos jefes de Gobierno y que se prolongó hasta pasadas las doce de la noche, se trataron también cuestiones de la seguridad europea y de la política comunitaria.

Felipe González llegó a las 16.20 al aeropuerto de Colonia-Bonn en un vuelo especial de las Fuerzas Armadas, acompañado por su mujer, Carmen Romero, y la delegación gubernamental. En la cancillería federal, en Bonn, fue recibido con honores militares por el canciller Kohl. La delegación española que acompaña al presidente González está encabezada por los ministros de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez; de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y de Industria, Luis Carlos Croissier, y del secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Pedro Solbes.

En medios gubernamentales alemanes se daba ayer especial importancia al diálogo entre Kohl y González para tratar sobre una coordinación en materia de seguridad europea y política comunitaria. La RFA ocupará la presidencia de la Comunidad el primer semestre de 1988. Despúes de Grecia, en el segundo semestre, serán España y Francia los que ocupen esta presidencia, de especial importancia para dar un impulso a las dos vertientes fundamentales de la aplicación del Acta Europea, la reforma financiera y la creación del mercado interior hasta 1992.

La RFA confía en coordinar con González y con el presidente francés, François Mitterrand, esta política para solucionar, entre otros problemas, el de la financiación, modificando los principios de financiación de los recursos propios de la CE, de acuerdo con el producto interior bruto de cada miembro. Respecto a las dificultades de adaptación de la economía española a la CE, fuentes cercanas a la cancillería manifestaron ayer que "pueden estar seguros que ayudaremos a los españoles en esto". González insiste en sus entrevistas con Kohl en que España no puede convertirse, como país de renta baja en el seno de la CE, en motor de economías superiores, como la alemana, a través de la importación. Subyace aquí la misma crítica a los alemanes expresada ya por otros miembros de la CE que urgen a la RFA a que reactiive su demanda interior y no se vuelque en la exportación, como sucede desde hace años.

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En la política de seguridad, Kohl y González trataron la nueva situación que se creará Europa si se da el acuerdo ara la eliminación de los misiles INF. La intención de España de sumarse a la Unión Europea Occidental (EUO) es vista en Bonn con simpatía, pero no se considera inmediata.

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