El Insalud califica de endémicos los males revelados por la auditoría
El Insalud considera "males endémicos" algunas de las denuncias recogidas en la auditoría efectuada por el Tribunal de Cuentas sobre el funcionamiento de¡ hospital Primero de Octubre durante 1981, 1982 y 1983, según explicó ayer un portavoz de esta institución.La auditoría, realizada por el Tribunal de Cuentas, ha sido remitida al Congreso de los Diputados, y señala defectos en la contabilidad, descontrol en la admisión de enfermos y en los movimientos de almacén, entre otras irregularidades. Estas auditorías se pusieron en marcha en los hospitales de la red a raíz de la llegada al Insalud de Francesc Raventós, que más tarde impulsaría el nuevo modelo de gestión hospitalaria que descansa en la figura del director gerente, no necesariamente médico.
Esta figura, que ha sido contestada por los médicos, en especial en el Primero de Octubre, supone un sistema de gestión distinto, que introdujo en los hospitales la contabilidad analítica y la centralización de las oficinas de admisión de enfermos y atención al paciente.
La admisión de enfermos la llevaban hasta la introducción del nuevo modelo los directores de cada departamento. Este nuevo modelo de gestión, que comenzó a ponerse en marcha en 1983, ha sido institucionalizado en el reciente decreto de funcionamiento de los hospitales de la red del Insalud.
Cuatro fueron los directores del hospital Primero de Octubre durante los tres años que han sido investigados por el Tribunal de Cuentas. En 1981 dirigía el centro Gregorio Arroyo Urieta, forense y profesor de Medicina Legal en la universidad Autónoma de Madrid. A finales de ese año fue sustituido por Antonio Rodríguez Noriega, efe del servicio de microbiología, que a su vez fue sustituido por Javier Comunión, funcionario del Insalud que dirigió el hospital hasta el mes de marzo de 1983, fecha en la que fue nombrado para el cargo José Ramón Ricoy Campos, neuropatólogo del mismo hospital cuyo mandato duró hasta 1985.
