El cardenal Miguel Obando y Bravo presidirá a Comisión de Reconciliación nicaragüense
El cardenal Miguel Obando y Bravo fue elegido ayer presidente de la Comisión Nacional de Reconciliación nicaragüense, cuya primera sesión de trabajo se celebrará el próximo martes en la sede de la curia arzobispal. La comisión fue creada la semana pasada por el presidente Daniel Ortega, conforme a los acuerdos de paz de Esquipulas 2, firmados el pasado 7 de agosto. Una comisión similar estaba lista para su constitución anoche en El Salvador.
La comisión nicaragüense está integrada, además de por el carden al Obando y Bravo, por el vicepresidente Sergio Ramírez, en representación del Gobierno; el secretario general del Partido Popular Social Cristiano, Mauricio Díaz, por parte de la oposición; y el reverendo protestante Guaavo Parajón, en calidad de personalidad independiente.En El Salvador, por su parte, fueron nombradas ayer las ternas de personalidades para integrar la Comisión Nacional de Reconciliación, en representación del Gobierno, la oposición, la Iglesia católica y personalidades independientes. El representante más destacado es el arzobispo Arturo Rivera y Damas, que ha mostrado en varias ocasiones es sus posturas críticas contra el Gobierno y la guerrilla marxista.
La creación de sendas comisiones en Nicaragua y El Salvador, los dos países más conflictivos de la zona, supone el derribo de los primeros obstáculos del plan de paz, que en un principio parecían insalvables, según afirman los observadores.
En una conferencia de prensa ofrecida en Managua, en la que por primera vez en años aparecían juntos el vicepresidente Ramírez y el cardenal Obando, este último dijo que había aceptado la presidencia "como un acto de servicio" y recordó que la función del grupo que íntegra será "verificar los pasos concretos que se den hacia la reconciliación, ver si se decreta una amnistía total y plena, si se deroga el estado de emergencia y si se restablecen los derechos civiles y políticos".
El vicepresidente Ramírez aseguró que el Gobierno de Nicaragua se ha comprometido a cumplir "de forma estricta" los acuerdos de Guatemala, y añadió: "Quisiera ver en EE UU y otros países una actitud similar". Ramírez pidió a la Administración de Reagan que haga "aportes positivos", porque "si continúa financiando a los contras no ayudará a la paz en Nicaragua ni al trabajo de esta comisión".
El representante de la oposición, Mauricio Díaz, secretario general del Partido Popular Social Cristiano, dijo a su vez que no es necesario esperar al 7 de noviembre -plazo en el que concluyen los 90 días fijados en el documento de Esquipulas 2 para concluir los procesos de democratízación para adoptar medidas de apertura. "Desde ya", añadió, "se pueden tomar medidas en este sentido, porque éstas constituirán la mejor arma para responder a quienes defienden la opción militar".
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